Recién llegado de San Pedro de Pinatar en Murcia, tras recorrer en bicicleta el Mar Menor, pensé en dedicar el 365 días en Madrid de hoy a Emilio Castelar y Ripoll, gaditano que murió en San Pedro del Pinatar. Tiene en Madrid dedicad una Plaza con su nombre en el Paseo de la Castellana y un monumento obra del genial escultor Mariano Benlliure.

Escritor y político, fue el último presidente de la I República Española. La democracia y la libertad fueron las dos referencias que guiaron su intensa actividad política. Estudió Derecho y Filosofía en la Universidad de Madrid, obtuvo una cátedra de Historia Filosófica y Crítica de España y se dedicó a la lucha política, canalizada a través del periodismo, trabajó en varios periódicos, hasta que fundó el suyo propio en 1864: La Democracia.

Su oposición al gobierno de Isabel II y alguno de sus artículos le costo la cátedra, sus actividades políticas le llevaron a ser condenado a muerte. Huyó a París. para regresar tras la revolución de 1868, La Gloriosa que acabó con el reinado de Isabel II.

Sin duda un personaje que merece ser recordado, con profundas convicciones e impulsor de un cambio de modelo político en España. Entre otras cuestiones, Emilio Castelar realizó campaña en favor de la abolición de la esclavitud en las colonias españolas. En su monumento se puede leer la siguiente inscripción: “levantaos esclavos porque tenéis patria”.

La obra se erige promovida por el Estado y financiado (como era práctica habitual) a través de una suscripción pública en la que participan más de mil ayuntamientos españoles, casinos, gremios, cámaras de comercio y agrícolas, entidades bancarias, colegios de abogados y particulares de diversos países. El conjunto fue inaugurado el 6 de julio de 1908.

Mariano Benlliure crea un complejo conjunto, de estructura piramidal, empleando bronce y mármol para las figuras, y piedra caliza y granito para el pedestal arquitectónico. Se aprovechan las cuatro caras del monumento para crear una continuidad narrativa y, a la vez, presentar distintas escenas.

Una composición original, donde la figura de Castelar no se coloca como protagonista rematando el conjunto, sino que se ubica en el frente principal. La escultura de Castelar, muy realista, se representa dando uno de sus brillantes discursos. También muchos componentes alegóricos, mediante los que se resaltan las convicciones del político. La alegoría de la Verdad, como una Venus tallada en mármol, tras la que ascienden un obrero, un soldado y un estudiante, alegorías del Trabajo, de la Fuerza y del Estudio. Las figuras en mármol de Cicerón y Demóstenes, los oradores de Roma y Grecia, esculpidos con gran rigor clásico. Se refleja la labor política de Castelar, a través de sendos relieves sobre la abolición de la esclavitud, y sobre el Cuerpo de Artillería, cuyo organismo había contribuido a restituir. Finalmente, como remate del conjunto, se presentan Las tres gracias a la manera francesa, simbolizando la Libertad, la Igualdad, y la Fraternidad.