La ermita de la Virgen del Puerto está situada en el paseo de la Virgen del Puerto, en las inmediaciones del Palacio Real.
Obra de Pedro de Ribera, fue construida entre 1716 y 1718 gracias a Antonio de Salcedo y Aguirre, primer marqués de Vadillo, por entonces corregidor de Madrid.
La ermita tuvo su origen en la imagen tallada de la Virgen del Puerto existente en su interior. Siendo rey Felipe V el corregidor de Madrid, el Marqués de Vadillo, le encargó a un joven Pedro de Ribera, ordenar los alrededores del viejo Alcázar y embellecer su entorno. Fue la primera gran obra que realizó Ribera en Madrid ordeno el terreno que había entre el río Manzanares (Campos de la Tela) y el jardín del Campo del Moro. Paseo y arboleda se denominaron Paseo de la Virgen del Puerto en honor a la patrona de Plasencia, ciudad de la que el marqués de Vadillo había sido corregidor años antes.
Se trata de uno de las primeras manifestaciones de arquitectura barroca en España. La fachada se encuentra marcada por dos torres, cada una de ellas coronadas por campanas y chapiteles. El portal es adintelado. El interior de la ermita fue construido en periodo borbónico con una capilla de planta ochavada. En su interior se puede ver el sepulcro d
el marqués de Vadillo, también realizado por Pedro de Ribera.
La ermita resultó completamente destruida en el transcurso de la Guerra Civil durante la defensa de Madrid, junto con la talla de la virgen ubicada en su interior.
Hay que tener en cuenta que el frente de la Guerra estuvo casi dos años muy cerca. Unos dicen que fue asaltada y quemada por los “rojos” aunque parece que realmente fue una bomba lanzada desde un avión franquista la que causo los principales daños. La ermita es un punto de referencia de nuestra ruta en bici del Madrid de la Guerra Civil.
La ermita era lugar de encuentro de lavanderas gallegas y vascas que lavaban en las orillas del río. Es muy interesante leer a Arturo Barea hablar de la ermita y su entorno en La Forja de un Rebelde.
Se reconstruyo en 1945 por Chueca Goitia. Durante siglos fue el destino de la romería madrileña en adoración de la imagen de la virgen del Puerto que hay en su interior, costumbre que dio lugar a la verbena de la Melonera.
La explanada en torno a la ermita sirvió de lugar para las romerías que posteriormente se trasladaron al Parque de la Arganzuela. Inicialmente fueron celebradas por los inmigrantes gallegos y asturianos que se congregaban en Madrid y que acudían a celebrar bailes ataviados con sus trajes regionales. Su forma general fue calcada de las ermitas de los jardines del palacio del Buen Retiro, formaba parte de un interesante complejo urbanístico, lo mismo que el puente de Toledo sobre el río Manzanares.
Tras la obra del Madrid Río, la ermita luce un aspecto genial.
Un abrazo.
No sabía nada de esta ermita. Mi padre es de un pueblo cercano a Plasencia donde se celebra la Romería de la Virgen de Puerto después de Semana Santa. Lo más curioso es que en vez de extremeños, que hay muchísimos en Madrid, fueran los gallegos y los asturianos los que celebraran la fiesta.
A partir de ahora la miraré con otros ojos
Muchas gracias Susana, yo también soy de cerca de Plasencia, que casualidad y efectivamente sorprende que la Virgen del Puerto no sea marinera, sino extremeña. En cualquier caso el conocimiento del patrimonio siempre nos ayuda a entenderlo mejor y crear más vínculos emocionales con él.
Un abrazo.