Regresamos a la Gran Vía para detenernos en el número 11, en el actual Hotel de las Letras, un edificio precioso. Fue la señorial casa del conde de Artaza, que el 21 de noviembre de 1918 recibió una mención honorífica en el Concurso de edificios del Ayuntamiento de Madrid de 1917.
El vizconde de Artaza adquirió un enorme solar para construir un edificio residencial con locales comerciales, que encargó al arquitecto Cesáreo Iradier Uriarte, quien repartió hasta ocho tiendas en bajo y entresuelo, rodeando un núcleo central de comunicaciones con escaleras principal y de servicio, ascensor y montacargas que daba acceso a tres pisos en cada una de las cinco plantas superiores. La obra comenzó en 1915 y finalizó en 1917.
Julián Olivares y Solivian, conde de Artaza, era miembro accionista de la Sociedad Española de Construcción Naval, del Consejo de accionistas del Banco de España, gobernador de San Sebastián, miembro del senado por el grupo liberal conservador y gran amigo de Eduardo Dato. Un personaje importante de la aristocracia madrileña.
Iradier, emplea el estilo neoplateresco, en la que probablemente, es una de sus mejores obras, para revestir un volumen con fachada a tres calles y esquinas redondeadas, coronadas por torreones. Justo al lado de otro edificio que nos encanta, el del Casino Militar.
Un abrazo.
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