Súbete a la bicicleta y cruza el norte de Alemania con sus extendidos paisajes de lagos y praderas. Pedalea por parques naturales hacia amplios horizontes y pernocta en pueblos y ciudades típicos de la zona. Este viaje de 11 días te ofrece unas magníficas vacaciones pedaleando por Alemania y Dinamarca a tu aire y a tu ritmo. Desocúpate de cualquier logística, tu equipaje será trasladado al siguiente hotel mientras tu vas llegando en bici.
Con etapas diarias de 35-80km (incluso hay una opción de hacer 100km) es un viaje pensado para el ciclista habitual.
ITINERARIO
Antes de subirte a la bicicleta asegúrate de visitar Berlín, ciudad renombrada por su animado espíritu artístico y joven. Piérdete en la gran variedad que ofrecen sus galerías y museos y saborea su vida nocturna. Visita los restos del muro que una vez dividió el país en dos y que hoy queda como símbolo de la Guerra Fría.
A unos 35km de Berlín y fácil de acceder en tren, se encuentra la ciudad de Oranienburg. Aquí empezará el recorrido en bicicleta.
Empieza a dar pedales hacia el norte y te encontrarás con el legendario lago Stechlin, el Parque Nacional de Müritz y los extensos bosques de Krakow am See. En el camino te sorprenderán una gran variedad de sitios culturales y naturales para descubrir a tu aire.
Continua hacia Rostock, donde el ferry te llevará al territorio danés. Disfruta un descanso bien merecido durante el traslado de aprox. dos horas.
Una vez en Dinamarca déjate sorprender por la arquitectura típica de sus casas de campo y sus carreteritas planas y tranquilas. Visita la ciudad de Stubbekøbing, báñate en la playa de Falster y si te has cansado súbete al barco que te lleva a Bogø (no incluido). Cruza el puente que conecta las islas de Møn y Zealand y sigue hasta a la siguiente ciudad, Køge, en bici o en tren (no incluido).
En cuanto te vayas acercando de Køge a Copenhague notarás cada vez más ciclistas. Copenhague es la ciudad de bicicleta por excelencia, un destino perfecto para un viaje sobre dos ruedas! Además de las bicis, descubrirás muchas otras cosas que no te dejarán indiferente. Piérdete en el distrito de su antiguo puerto, visita sus parques y los Jardines de Tivoli y experimenta el famoso Hygge danés, encontrando la felicidad en las pequeñas cosas.
