La Bahía de Mont Saint-Michel
La ciudad corsaria de Saint-Malo, el puerto de Cancale, famoso por sus ostras y el legendario promontorio rocoso del Mont Saint-Michel son los puntos más emblemáticos de la ruta.
Tu viaje en bicicleta comienza en las murallas de Saint-Malo, donde tendrás nuevas vistas con cada paseo, dependiendo de las mareas, el clima y la luz del día. En los sinuosos callejones de su ciudad intramuros, Saint-Malo cuenta la historia de su glorioso pasado, vinculado a corsarios, exploradores y armadores.
Ya sea en el interior, hacia Saint-Suliac, o en la costa esmeralda hacia Cancale, los paisajes marítimos son excepcionales. Varían a medida que pedaleas a lo largo del día. Enclavado a orillas del estuario del Rance, Saint-Suliac es uno de los pueblos más bonitos de Bretaña. En Cancale, deja la bicicleta a un lado para dar un paseo por el puerto. No te pierdas la degustación de ostras de Cancale, el orgullo de la ciudad.
