Sobre dos ruedas y con el río Elba como guía, pasarás por ciudades históricas, pueblos tradicionales, fortalezas, balnearios y monumentos UNESCO. Sigue la corriente hasta llegar a la ciudad de Praga.
En un viaje de 8 días a tu aire en bicicleta por una de las zonas más verdes y boscosos de la República Checa, te ofrecemos una oportunidad excelente para desconectarte y vivir una experiencia inolvidable. Con etapas diarias de 35 a 63 kilómetros con poco desnivel, la ruta está pensada para el ciclista habitual.
ITINERARIO
La llegada a Praga es por tu cuenta. Te recomendamos añadir alguna noche extra en esta bonita ciudad, al principio o al final del viaje. Habrá un traslado hasta el inicio de la ruta en Špindlerův Mlýn, ubicado en el Parque Nacional, donde puedes disfrutar las vistas panorámicas sobre el valle.
Empezarás el viaje subiendo en teleférico, seguido por un descenso suave en bici por la cresta de la montaña hasta el pueblo de Vrchlabí. Desde ahí seguirás la corriente del rio, que va ganando fuerza y tamaño con cada kilómetro. Déjate sorprender por la presa de Lesní Království, obra que parece que fuera construida para una película de princesas y dragones.
Para llegar a Pardubice seguirás por un paisaje suave y rural y por caminos fáciles. Tómate el tiempo para visitar las ciudades que te vas encontrando en el camino y no te vayas sin haber probado una pinta de Pivo – la bebida nacional por excelencia
Destaca también la caballeriza más antigua de Europa (su historia nos lleva más de 500 años atrás), donde crían la famosa raza Kladruber, autóctona checa, bajo el patronazgo de la UNESCO.
Dando pedales llegarás a Kutná Hora, ciudad medieval cuyas minas de plata pagaron parte de la expedición de Colon hacia el Nuevo Mundo.
Acercándote a Praga se puede elegir dos opciones: por una pista siguiendo el río, o por carreteras secundarias pequeñas hasta Lysá nad Labem. Si no te apetece llegar a la gran urbe en bici, siempre puedes detenerte ahí y subirte al tren que te dejará en el centro de Praga.
Una vez de vuelta a Praga, las opciones son innumerables. Visita la Plaza de La Ciudad con su reloj astronómico o el Puente de Carlos sobre el río Moldava, entre otras cosas.
