Torres Blancas (9)Ayer vi en El Viajero de El País un excelente reportaje con un sugerente título Madrid, en 20 edificios del siglo XX En el recopilaban edificios que han marcado épocas y tendencias en Madrid. Inauguraban el reportaje con la que era nuestra elección para hoy, llegaron primero, pero era normal que aparecieran las Torres Blancas en esa selección.

Aunque empezaremos explicando que Torres Blancas tiene ese nombre ya que originalmente iban a ser dos torres y se iban a revestir de polvo de mármol blanco, mezclado con hormigón. Finalmente se quedo en una sólo torre y sin ese revestimiento. Aún así, no le resta mérito.

Es una obra maestra de Francisco Javier Sáenz de Oiza, colaboraron en el diseño Juan Daniel Fullaondo y Rafael Moneo, entonces miembro del equipo de Sáenz de Oiza. No se puede entender esta torre sin la colaboración del cliente que la encargó Juan Huarte. La constructora Huarte (hoy fusionada en OHL) encargó algunos de los mejores edificios de los años 60 y 70 y tuvo un compromiso muy particular con cambiar la imagen de la arquitectura española del momento.

Oiza bebió de Le Corbusier, de su idea racionalista de construir viviendas con jardín en altura (como los inmuebles-villa) y también recurrió a Frank Lloyd Wright, tomando de él las propuestas organicistas de su torre Price. Pero el resultado es distinto, es personal,  una interpretación de ambas tendencias. Una obra valorada internacionalmente (ganó el premio de la Excelencia Europea en 1974), y con reconocimiento unánime, como una de las grandes obras del organicismo.

El proyecto se realizó en 1961 y las obras se prolongaron desde 1964 a 1969. Se encuentra en número 2 de la calle Corazón de María con el número 37 de la Avenida de América. El propio arquitecto vivió en el edificio hasta su muerte y tuvo otro morador célebre, Camilo José Cela.

Hoy sigue siendo un edificio sorprendente, rompedor, en consonancia con ese intento de provocar que buscó Oiza con su construcción. Aunque como vemos en las imágenes, nuevas torres lo han empequeñecido.

Un abrazo.