Como todos los meses, en 365 días en Madrid volvemos al Museo del Prado. La tarea es difícil, elegir 12 obras maestras de nuestra pinacoteca, una por mes. Para el mes de abril hemos elegido El Greco, y una de sus obras más conocidas.
El cuadro, pintado por Doménico Theotocópuli hacia 1580 es uno de los que primero realizó el pintor griego en España y siempre se ha distinguido del resto.
Este retrato de busto largo llegó a las Colecciones Reales gracias a una donación de la viuda del duque del Arco. Montero mayor de Felipe V.
Del Arco tenía en su finca de recreo situada en el Pardo un grupo de seis retratos de caballeros pintados por el Greco, no se conoce como llegaron a él. Este grupo conforma una parte importante de la galería de retratos del Greco con que cuenta el Museo del Prado.
Es una de las obras maestras del Renacimiento español y de las más conocidas de El Greco. La expresividad de la mirada y el realismo en el gesto de la mano son sus señas de identidad. Aparecen ya todos los elementos que caracterizan al artista, las desproporciones anatómicas pronunciadas, la estilización de la figura o la profundidad de la mirada.
No hay certeza sobre quien es el protagonista, comúnmente se identifica con un retrato de Juan de Silva y Ribera, notario mayor de Toledo. Pero no han faltado las interpretaciones sobre la identidad del retrato, incluidas las opciones de Cervantes o incluso, un autorretrato del propio artista.
El año pasado estuvo en Toledo como parte de los 76 cuadros de la exposición «El griego de Toledo».
Espero que lo disfrutes en tu próxima visita.
Un abrazo.
No lo sabía pero es chulo
Muchas gracias Ainoa.
Un saludo.