Hoy no hablaremos de la Cabalgata de Reyes, ni de esas personas que se apostan con sus escaleras a modo de atalaya para ver pasar a los Reyes y toda su cohorte. Nos vamos a fijar en otro elemento muy especial. Desde el año 2007 podemos disfrutar en Madrid de la ampliación del Museo del Prado realizada por Rafael Moneo. La ampliación en su día fue muy polémica sin duda, pero ya está olvidada. De Moneo fue la idea de encargar a Cristina Iglesias que creara las puertas para edificio que había proyectado.
Cristina Iglesias Fernández Berrido nació en San Sebastián en 1956) Escultora y grabadora es premio Nacional de artes plásticas y una de las artistas españolas más internacionales de las últimas décadas. Una artista diferente que ha transformado el concepto de escultura en el ámbito de las instalaciones. Muchas de sus obras se basan en el uso de diferentes materiales (hormigón, bronce, alabastro, resina, hierro, cristal, a veces combinados con motivos vegetales como el bambú y la hojarasca) y diferentes técnicas (bajorrelieve, tapiz o serigrafía en gran formato), y nos muestran el interés de la artista por el espacio, la arquitectura, la botánica y la geología. El contraste de texturas y materiales, así como la relación que éstos establecen con el espacio, son dos de las constantes en su trayectoria.
El Portón es parte importante también de la ampliación, por su valor artístico, se trata de una monumental puerta, realizada en bronce patinado y definida por la artista como un “tapiz vegetal” formado por seis paneles: dos fijos, que invaden los huecos laterales, y cuatro móviles, dos que forman las hojas y otros dos el umbral. El enorme Portón-Pasaje (6 metros de altura y 22 toneladas y más de 50 metros cuadrados) cuenta con un sistema hidráulico que permite su apertura en seis posiciones distintas que se secuencian a lo largo de la jornada cada dos horas -10h, 12h, 14h, 16h, 18h y 20h.- construyendo en cada secuencia un espacio diferente, no es sólo una puerta es un pasaje que dota a la entrada de un de carácter ceremonial, muy visual y confiere al edificio una especial singularidad potenciando sus valores arquitectónicos de forma notable.
En un paseo por las cercanías de El Prado o El Retiro vale la pena acercarse hasta la calle Ruiz de Alarcón esquina con Casado del Alisal junto a la Iglesia de los Jerónimos para disfrutar de esta puerta-escultura que en ocasiones nos pasa desapercibida.
Un saludo y que se porten bien los Reyes Magos.
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