Palacio del Marques de Santa Cruz - Madrid (1)En la década de 1760 el Conde de Superunda (título ciertamente curioso otorgado por el rey Fernando VI por los servicios prestados a José Antonio Manso de Velasco y Sánchez de Samaniego que se significó, siendo Virrey de Perú, por su excelente tarea de reconstrucción de una Lima arrasada tras el terremoto de 1746, Superunda, de super, gran y unda, de onda u ola, el Conde de la Gran Ola) adquirió el sitio número cinco de la manzana 536 de Madrid para construir la que sería su residencia. El palacio fue construido en 1768 por el arquitecto Antonio Plo, un año después de la muerte del Conde, caído en desgracia y retirado en Priego de Córdoba, cuando tuvo que rendir La Habana a las tropas inglesas, él que estaba allí de paso, camino de vuelta a España.

Al palacio se le añadió en 1774 una portada neoclásica obra de Agustín López. Hoy su dirección es calle de San Bernardino, numero 14, con vuelta a la calle del Limón, número 2.
En el año 1870 fue adquirido por el Marqués de Santa Cruz. Se amplió y reformó por el arquitecto Juan José Sánchez Pescador. Mantuvo prácticamente intacta la estructura primitiva, pero construyó un piso supletorio. Desde entonces lo conocemos como Palacio del Marqués de Santa Cruz.
Su aspecto exterior no nos hace sospechar que el interior es una joya. Dos plantas con fachada de puerta jalonada por dos columnas toscanas de piedra, sin ornamentos. No en vano es el palacio de los descendientes del almirante español, Álvaro de Bazán, primer marqués de Santa Cruz. Él se trajo a España como botín de guerra los fanales que alumbraban los bajeles turcos a los que derrotó en 1571 en la batalla de Lepanto. Hoy decoran e iluminan la majestuosa escalera del palacio, por desgracia no visitable.

Pero en el testamento de su última propietaria, Casilda de Silva, descendiente de Bazán y marquesa de Santa Cruz, determinó que el palacio y los tesoros artísticos e históricos que alberga, donde existen obras de Brueghel, Van Dyck, Goya, Jordán, Carreño de Miranda, Carduccio, Vicente López, Madrazo o Sorolla, serían de acceso libre para los madrileños y todo aquel que desee visitarlos.

Han pasado ya algunos años desde la muerte de Casilda de Silva y el palacio sigue sin poderse visitar. Recientemente, El Archivo Histórico Nacional y la Fundación Don Álvaro de Bazán han firmado un concordato por el que esta fundación depositará en la Sección Nobleza del Archivo Histórico Nacional, en Toledo, los archivos documentales del Marquesado de Santa Cruz y el Ducado de San Carlos, entre los que se encuentran correspondencia con la familia real española o archivos de don Álvaro de Bazán, primer marqués de Santa Cruz, sobre campañas militares como la Batalla de Lepanto o los preparativos de la Armada Invencible.

Esperemos que pronto podamos disfrutar del resto de tesoros.

Un abrazo.