La calle Miguel Ángel nos ofrece varios edificios interesantes, hoy nos vamos a fijar en el número 25, donde está la entrada principal y la de carruajes del Palacio de los Marqueses de Borghetto. Se encuentra haciendo esquina con la calle García de Paredes, y es probablemente la
fachada que da a esta calle la más bella. El arquitecto Ignacio Aldama Elorz recibió el encargó dela construcción de un “hotel” (nombre de la época para estas casas-palacio) como residencia de Felipe Morenés y García-Alesson, I Marqués de Borghetto, nombrado por el rey Alfonso XIII en agradecimiento a sus servicios a la Monarquía. Fue construido entre 1913 y 1919.
Aldama diseñó un palacete con fuerte influencia francesa, con planta rectangular organizada en torno a un patio central cubierto, edificando tres alturas y un jardín interior. En la fachada de García de Paredes, adelantó la parte central de la fachada y colocó un gran arco en la parte baja. Es muy llamativa también la balconada que corresponde a las puertas del antiguo Salón de Baile. Es manifiesto el eclecticismo arquitectónico y decorativo, en este caso muy afrancesado como los encadenados de piedra, la decoración de guirnaldas en los dinteles de las ventanas, y muy especialmente, la gran mansarda de pizarra para cubrir el palacio con sus ventanas abuhardilladas.
Tras la Guerra Civil el palacio quedó abandonado hasta que se instaló en él, la embajada japonesa. Aquí estuvo hasta 1953 y dejo buena muestra de ello en la decoración interior. Después lo adquirió la Diputación Provincial de Madrid, el 31 de diciembre de 1953, el Marqués de la Valdavia, presidente de la Diputación Provincial de Madrid, anunció la compra del Palacio del Borghetto para sede de esta institución, por 15.120.000 pesetas de la época. Era una pequeña fortuna en aquel momento. Tras su acondicionamiento, el palacio, ya Diputación, quedó inaugurado el 6 de octubre de 1956, “Día de la Provincia” hasta el año 1986, en que pasa a ser la sede de la Delegación del Gobierno en Madrid, su uso actual.
No se prodigan las visitas, pero si podéis hacer alguna, por ejemplo en la Semana de la Arquitectura (de la que ya se acercan las fechas de este año), es más que recomendable, ya que si el exterior es bello, el interior es aún más atractivo.
Un abrazo.