Últimamente en nuestro 365 días en Madrid estamos revisitando en diversas ocasiones el Paseo de Recoletos. No en vano en la última mitad del siglo XIX este Paseo se había convertido en una de las zonas más lujosas y exclusivas de la capital. Nos acercamos al número 15, donde en 1872 el arquitecto Francisco de Cubas, proyectó la construcción de un palacio para residencia del señor López Dóriga. Influyó en su diseño la composición y aires clásicos de corte italiano del desaparecido Palacio del Marqués de Alcañices, que era contiguo a e este y construido también por el Marques de Cubas, pocos años antes.
Una distribución muy similar,un gusto por el orden y la simetría, aunque en el Palacio de hoy, menos ornamentado y con un decoración más sencilla. Esa decoración se centra en las molduras de las ventanas y a los frisos dispuestos a ambos lados de los balcones del piso principal. Como en muchas de las obras de Cubas la rejería es muy destacada. El portal está descentrado dejando libre toda la planta baja, en donde se instaló el establecimiento financiero -una casa de giros- que regentaba Francisco López Dóriga. Las dos plantas restantes se destinaron a vivienda del propietario. A pesar de que en muchas ocasiones se dice de este palacio que es una de las obras más sencillas de Cubas ha sobrevivido al paso del tiempo, algo que no pudieron lograr otras obras más elaboradas.
En la actualidad pertenece a la Caixa de Catalunya.
Un abrazo.
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