Muy cerca del Centro de Arte Reina Sofía en la calle Santa Isabel número 44 nos encontramos con el Palacio de Fernán Nuñez y al lado del mismo el Convento de Santa Isabel que es el que da nombre a la calle.
En el año 1753 Blas Jover, miembro del Consejo de Fernando VI, construye su vivienda en unos terrenos obtenidos por la reparcelación de los huertos del Convento de Santa Isabel. Aquí se sitúa el origen del Palacio.
En 1769, Miguel José María de la Cueva, XIII duque de Alburquerque y IV marqués de la Mina, adquiere y transforma la vivienda. En 1790 Miguel José María de la Cueva, IV Marqués de la Mina y XIII Duque de Alburquerque, encargó al arquitecto Antonio López Aguado las obras del primitivo Palacio de Fernán Núñez.
Tras la muerte del Duque de Alburquerque en 1803 se producen problemas sucesorios y el edificio pasa por diferentes usos, se utiliza como cuartel, hospital y viviendas. Felipe María Osorio de la Cueva, VII conde de Cervellón, hereda la mansión en el año 1815. El conde de Cervellón se casa con María Francisca de Asís, II duquesa de Fernán-Núñez, y deciden reformar la mansión entre los años 1847 y 1849. Encargan la reforma a Martín López Aguado, hijo del anterior arquitecto y muy bien valorado por la aristocracia madrileña por la manera en que conseguía incorporar el clasicismo que era seña de identidad de su padre y la moda romántica que se había puesto de moda en el Madrid isabelino, así surgió el Palacio de estilo romántico que podemos contemplar hoy.
Nos encontramos en el Palacio dos áreas muy diferenciadas; la noble y la de servicio. La parte noble, la mejor conservada, presenta una decoración suntuosa, con alfombras y tapices de la Real Fábrica de Santa Bárbara, algunos de los cuales se hicieron a partir cartones de Goya, lámparas de cristal de Murano y Baccarat y sedas. Esa zona noble engloba el Salón de Baile que recuerda a la Galería de los Espejos de Versalles, el Salón Isabelino y el Comedor de Gala. Me encanta el pequeño jardín, diseñado por arquitectos y paisajistas parisinos.
El área de servicio es la que se transforma en oficinas a partir del año 1941 y que ocupa en la actualidad la Fundación de los Ferrocarriles Españoles (a la que damos las gracias por las magníficas fotos de la parte noble del Palacio), y como parte de la Fundación las Vías Verdes, uno de los proyectos que en Rutas Pangea más nos gusta para realizar nuestros viajes en bicicleta.
El Palacio de Fernán Núñez ha sido escenario de muchas películas, una ferroviaria: El marqués de Salamanca de Edgar Neville, pero hay muchas más, ¿Dónde vas Alfonso XII? de Luis César Amadori, Volavérunt de Bigas Luna, El oro de Moscú de Jesús Bonilla, ¡Buen viaje, Excelencia! de Albert Boadella, y Sangre de Mayo de Garci. También ha sido plató de series de televisión como La Regenta, Alfonso, el príncipe maldito, Adolfo Suárez, el presidente o La Duquesa de Alba, por este motivo y como ocurría con el Museo del Ferrocarril es parada obligada de nuestra Madrid en Bici de Madrid de Cine.
Un abrazo.
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