Casa Palacio Byne-Madrid (5)El edificio en el que nos fijamos hoy, situado en la calle Don Ramón de la Cruz número 3, construido expresamente para albergar una Casa-Museo es reseñable por dos personajes que habitaron en el mismo, en diferentes momentos y muy distintos el uno del otro.

El primero de ellos y que da nombre al palacete es Arthur Byne, un norteamericano nacido en Filadelfia en el año 1884. Arquitecto, fotógrafo e ilustrador,  Byne llego a España por vez primera en 1910. Sólo dos años después estaba instalado en Madrid comisionado por la Hispanic Society, institución con la que publicó una serie de trabajos sobre arte y arquitectura muy relevantes.

Byne y su esposa, Mildred Stapley, se hicieron un sitio en la alta sociedad madrileña, incluso fueron condecorados en 1927 por Primo de Rivera, siendo rey Alfonso XIII, por los servicios prestados a la cultura española.

Sin embargo la realidad era muy distinta.  Aprovechándose de su fama como hispanista reputado, y de su reconocimiento por parte de las autoridades españolas, Byne usaba sus conocimientos y contactos para obtener grandes beneficios revendiendo los objetos que había reseñado en sus libros al mejor postor. Muchos coleccionistas norteamericanos. fueron sus clientes. Gran cantidad de artesonados salieron de España merced a Byne.

Dos de sus ventas más sonadas son la mayor parte del monasterio de Sacramenia en Segovia y el monasterio cisterciense de Ovila, cerca de Trillo en Guadalajara. Ambas operaciones tenían como comprador a William Randolph Hearst, magnate de la prensa americana en que se inspiró Orson Welles para su película Ciudadano Kane. Hearst fue el mayor comprador de antigüedades entre los años veinte y treinta del siglo XX.

El profesor José Miguel Merino de Cáceres que ha investigado las acciones de Byne lo define como “el saqueador”, un apelativo que sin duda lo define perfectamente.

El segundo personaje que también vivió en esta vivienda posteriormente, es muy distinto. Se trata de Blanca de Igual y Martínez Dabán.

El Estatuto Municipal de Madrid, del 8 de marzo de 1924 otorgaba el voto a las mujeres emancipadas y cabezas de familia mayores de 23 años. En octubre de ese mismo año ingresan en el Ayuntamiento de Madrid las tres primeras concejalas procedentes del feminismo y las asociaciones sindicales católicas: María de Echarri y Martínez, Elisa de Calonje y Paje y nuestra segunda protagonista, Blanca de Igual y Martínez Dabán, Vizcondesa de Llánteno. Rebuscando he encontrado una joya bibliográfica que forma parte de los fondos de la Memoria de Madrid que nos ilustra sobre nuestras tres primeras concejalas, era otra época y se percibe inmediatamente en su lectura que nos retrotrae en el tiempo, aquí os la dejo.

Un abrazo.