El Oratorio de Caballero de Gracia (2)El Oratorio del Caballero de Gracia es un tesoro escondido en la Gran Vía. Obra de Juan de Villanueva, en un estilo netamente neoclásico recuerda una pequeña basílica romana y está muy marcada por el paso del arquitecto por Roma, donde se empapó de la corriente neoclásica que allí se estaba gestando.

Tiene dos entradas, la norte por la calle Gran Vía número 17 y la sur y principal por Caballero de Gracia número 5. Pertenece a la Real, Antigua y Venerable Congregación de Indignos Esclavos del Santísimo Sacramento (que posteriormente paso a denominarse Asociación Eucarística del Caballero de Gracia), se atribuye su fundación al controvertido personaje llamado Jacobo Trenci de Grattis, más conocido como el Caballero de Gracia, en el siglo XVI. Aunque parece que é,l fundó otro templo, el de San José, sobre una casa de su propiedad y el oratorio lo fundó la Congregación en 1654.

Cuenta con lienzos de Alonso Cano y Carreño, y un Cristo agonizante de Juan Sánchez Barba, muy valorado.

Su estado ruinoso a mediados del siglo XVIII hizo necesaria su rehabilitación. Entre 1786 y 1795, Villanueva lo reconstruyó y levantó un juego de bóvedas con columnas de granito de una sola pieza, inspirado en las de la Roma imperial. Se aceptó una de sus propuestas de esquema basílical, un nuevo templo «que haría en obra mejor efecto, con más variedad y novedad a causa de no hallarse en esta Corte alguna otra de tal idea».

Carlos de Luque en 1916 hizo una gran reforma para acoplar el oratorio a la creación de la nueva Gran Vía. Por el Oratorio y otras dos iglesias, la Gran Vía no se pudo hacer recta, la expresión, con la iglesia hemos topado, cobra toda su dimensión.

 Javier Feduchi Benlliure, primero en 1987, momento en que se creó la estructura volada, elegantemente resuelta, que enmarca la vista desde Gran Vía y posteriormente en 1999 participó en dos nuevas reformas cuyo resultado es el que seguimos viendo hoy día.

Un remanso de paz y tranquilidad en el bullicio del centro, de recomendable visita.

Un abrazo.