Sigue avanzando el año, y en agosto también os recomendamos una obra maestra de Museo del Prado. En esta ocasión hemos elegido el lienzo, Carlos V en la Batalla de Mühlberg. Un cuadro de grandes dimensiones (335 cm de alto y 283 cm de ancho), pintado al óleo sobre lienzo por el genial pintor veneciano Tiziano Vecellio en 1548.
Conmemora la victoria de Carlos V en la batalla de Mühlberg, pequeño pueblo muy cercano a Meiben, donde las tropas imperiales se impusieron a las protestantes. Muestra al emperador a caballo, detenido frente al río Elba. La aparente sencillez compositiva, esconde una compleja simbología, muestra al Monarca en su doble condición de caballero cristiano y heredero de la tradición imperial romana. La lanza que sostiene el Emperador con su mano derecha, el símbolo del poder de los césares, pero también el arma de San Jorge, que venció al dragón, bestia asociada a la herejía. No en vano Tiziano, trabajó toda su vida alrededor de tres temas: la mitología, la iconografía cristiana y la pintura alegórica.
La armadura que porta el Emperador, una valiosísima pieza labrada en oro y plata, aún se conserva en la Armería Real del Palacio Real de Madrid.
La obra fue un encargo de la hermana del Emperador, María de Hungría y se convirtió en la imagen dinástica por excelencia de la Casa de Austria.
Ingresó en las colecciones del Museo del Prado en 1827.
Un abrazo.
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