Os proponemos una visita a un Museo de Madrid muy interesante, el Museo de Antropología. Se inauguró el 29 de abril de 1875 por el rey Alfonso XII, con el nombre oficial de «Museo Anatómico», aún se conserva la lápida conmemorativa (en latín) en el vestíbulo.
Popularmente sería conocido como Museo Antropológico, por ser el título que figuraba sobre la puerta de acceso.
El Museo Nacional de Antropología fue el primer museo antropológico que se crea en España. Tiene su origen en la iniciativa del médico segoviano Pedro González de Velasco, que quiso crear un museo donde albergar sus variadas colecciones, siguiendo el modelo del Museo Británico de Londres. Tras su muerte, el Estado compró a su viuda en 1887 el edificio y las colecciones, a las que luego se fueron añadiendo otras, fruto de expediciones, viajes, donaciones y compras.
El edificio fue diseñado y construido entre 1873 y 1875 por Francisco de Cubas, para servir a la vez como residencia y museo del doctor Velasco, que invirtió en él todos sus ahorros. En la actualidad cuenta con tres plantas, la baja dedicada a antropología física, Asia (Filipinas y religiones orientales) y exposiciones temporales, la primera a África y la segunda a América.
Tras su inauguración en 1875 como Museo Anatómico, la institución experimentó algunos cambios de nombre y de titularidad. Tras la muerte del fundador, el edificio pasó a estar asignado al Museo Nacional de Ciencias Naturales, que instaló en él su Sección de Antropología, Etnografía y Prehistoria.
Estos cambios y avatares son comunes a la propia Antropología que como disciplina también ha ido cambiando su orientación y ámbito de estudio.
Esta sección había sido creada el 1 de octubre de 1883 con las piezas de esta naturaleza que había en el Museo de Ciencias Naturales, procedentes de viajes y expediciones científicas de finales del siglo XIX, en especial de la Comisión Científica del Pacífico. A diferencia de lo que sucedió en el célebre Museo de Historia Natural de New York que aún mantiene unidas las colecciones, en 1910, fue escindida del Museo de Ciencias Naturales.
Se constituye con ella un museo independiente que conservó su denominación, el Museo Nacional de Antropología, Etnografía y Prehistoria.
Tras la Guerra Civil hubo también cambios intelectuales y científicos que tuvieron sus consecuencias en el Museo Nacional de Antropología, que pasó a llamarse en 1940 Museo Nacional de Etnología. El cambio de denominación manifestaba una variación en la orientación del museo. En sus orígenes primó el estudio del hombre en su aspecto físico, la antropología física, a partir de ese momento pasó a centrarse en la antropología social y cultural, en las colecciones de objetos etnográficos.
Además se desprendió de los fondos que tenía de arqueología y prehistoria, que fueron traspasados al Museo Arqueológico Nacional. Ese nombre se mantuvo hasta 1993, cuando recuperó la antigua denominación de Museo Nacional de Antropología, que fusionó bajo ese nombre al Museo Nacional de Etnología y al Museo Nacional del Pueblo Español, ambas instituciones siguieron funcionando independientemente con dos sedes distintas, la segunda en el edificio del antiguo Museo Español de Arte Contemporáneo, en la Ciudad Universitaria. Esta situación se mantuvo hasta 2004 cuando se crea el Museo del Traje. Centro de Investigación del Patrimonio Etnológico (CIPE), al cual se le asignaron las colecciones del Museo del Pueblo Español y se separaron así las dos instituciones, creando dos museos independientes.
Sin duda es una visita apasionante que en poco espacio y tiempo nos permite visualizar la diversidad del mundo y las grandes diferencias culturales que se manifiestan fruto de nuestra adaptación a distintos medios y a nuestra herencia cultural. Sin duda el Museo es un canto a la interculturalidad, (lejos de la antigua mirada etnocéntrica) con pequeñas exposiciones temporales muy interesantes y una gran labor para abrir el museo y su conocimiento acumulado al gran público, lejos ya de la época de gabinete de curiosidades que lo vio nacer (por cierto, muchas de ellas aún permanecen, pero será mejor que las descubras tu mismo en tu visita).
Como desde el propio museo dicen “El museo de la gente como nos+otros”
Una curiosidad más sobre el museo es que durante muchos años fue la ubicación donde otro gran doctor, Santiago Ramón y Cajal realizó su labor investigadora, como nos recuerda una placa conmemorativa.
Un abrazo.
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