En el año 1888 Pedro Berenguer y José Ibáñez Martín profesores de la Academia General Militar proponen levantar un monumento al Teniente Ruiz. Manuel Casola Ministro de Guerra en ese momento acoge con entusiasmo la propuesta. Los oficiales del Ejército de la Academia apoyan la iniciativa que pagan con el salario que perciben por sus clases. Tres años después tienen para cubrir los gastos del monumento.
Mariano Benlliure, fue el elegido, presentó un modelo de la misma en yeso en la Exposición Nacional de 1890. Se funde en Roma en la Fundición Crescenzi y la eleva en un pedestal de más de 3 metros. El pedestal, como otros de Benlliure, es muy ornamentado, realizado en mármol de diferentes colores: rojo de Sigüenza, gris de Carrara y jaspeado de Mañaria (Bilbao), además de elementos decorativos en bronce.
En el frente una inscripción sobre mármol: “A Jacinto Ruiz, teniente de infantería”. Al lado opuesto la inscripción reza “El Ejército Español a uno de sus Héroes”.
Pero ¿quién era el teniente Ruiz? Jacinto Ruiz y Mendoza. Ceutí, hijo del subteniente de Infantería Antonio Ruiz. Es uno de los héroes del Cuartel de Monteleón. El 2 de mayo de 1808 a pesar de estar enfermo, se dirige al cuartel de su Regimiento al oír las descargas del ejercito francés. Su coronel le ordena salir al mando de la 3ª Compañía para reforzar las tropas acuarteladas en el Parque de Artillería de Monteleón. Se coloca a las órdenes del capitán del parque, Luis Daoíz, y junto al capitán Pedro Velarde permite la entrada de paisanos al recinto para entregarles armas y disponerse a la defensa del recinto. Daoíz y Velarde caen en el combate.
Ruiz fue herido pronto en el brazo izquierdo pero volvió a la lucha tras una cura. Posteriormente recibió otro disparo que le penetró por la espalda y le salió por el pecho y se le dio por muerto. Al finalizar la acción, mientras se retiraban los cadáveres, observaron que el teniente Ruiz aún respiraba por lo que fue trasladado a su cuartel en la calle Ancha de San Bernardo y después escondido para que Murat no lo hiciera prisionero.
Ya casi convertido en héroe nacional, decide salir de Madrid para sumarse a los que luchan contra los franceses, a pesar de su estado de salud. Se dirige hacia Badajoz, pero su salud se deteriora y decide parar en Trujillo, donde muere el 11 de marzo de 1809.
Benlliure usó un retrato que la familia de Ruiz tenía en Ceuta para moldear la cabeza. Ese retrato sirvió al artista, también, para el dibujo que luego grabó Bartolomé Maura, con los que se adornaron los cuartos de las banderas de los cuerpos del Ejército.
El monumento se levantó en Madrid, en la plaza del Rey, siendo inaugurado por la Reina Doña María Cristina el día 5 de mayo de 1891.
Un abrazo.
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