Hoy podemos ver en la Glorieta de Quevedo el monumento a Francisco de Quevedo. La estatua fue encargada por el Alcalde Alberto Aguilera y es obra de Agustín Querol. Se inauguró el 5 de enero de 1902, cuando todavía no estaba terminada. Se mostró en su lugar una copia en yeso en presencia de las principales autoridades y personalidades de Madrid, entre ellos el Rey Alfonso XIII, rey de España, después del periodo de regencia de su madre María Cristina. Celebrar su mayoría de edad y su reinando motivaron que el alcalde encargará está y otras obras.

La obra no se instaló donde la vemos hoy. En aquella época,  en la glorieta de Quevedo se encontraba, el monumento al 2 de Mayo de Aniceto Marinas. Así, Quevedo acabo en la cercana glorieta de Alonso Martínez. No fue hasta 1963 cuando la estatua llegó a la glorieta de su mismo nombre. Nombre, el de Francisco Gómez de Quevedo Villegas, que se le asigna por primera vez a esta plaza, en el año 1860. La glorieta es el cruce de la Calle Fuencarral, San Bernardo y Bravo Murillo.

El bello monumento está compuesto por una estatua y su pedestal. La estatua de mármol blanco mide tres metros y muestra a Francisco de Quevedo de pie con la Cruz de Santiago, portando en la mano derecha las hojas de un libro y sus característicos quevedos. La mano izquierda apoyada en la empuñadura de la espada. Una figura de un gran romanticismo.

Un abrazo.