Monumento a Claudio Moyano (5) Diez años después de su muerte (el 11 de noviembre de 1890), el 11 de noviembre de 1900, el primer ministro español de Instrucción Pública y Bellas Artes, Antonio García Alix, inauguró un monumento a Claudio Moyano y Samaniego. Hay quien dice que fue el primer monumento madrileño del siglo XX.

La idea de este homenaje en bronce partió del profesorado, que abrió una suscripción pública para costearlo, no en vano, el profesor y político zamorano fue el artífice de la Ley de Instrucción Pública más duradera de nuestro país. No recaudaron una gran cantidad, 37.000 pesetas; pero hicieron una gran elección, el escultor sería Agustín Querol.  Algunas aportaciones oficiales y particulares permitieron salvar el escollo económico.

La Ley Moyano, implantó definitivamente algunos grandes principios:

– gratuidad relativa para enseñanza primaria
– centralización
– uniformidad
– secularización y
– libertad de enseñanza limitada.

Moyano sólo quería que el consenso al votar dicha ley trajera como consecuencia la perdurabilidad y no el estar pendiente cada cambio de gobierno de un nuevo cambio en Educación. Esa perdurabilidad fue uno de los aspectos más importantes de la ley, de la que el propio Moyano se sentía muy orgulloso. La Ley se mantuvo con pequeños cambios hasta la Ley Villar Palasí aprobada en 1970.

En la estatua  figuraba la inscripción: Por los grandes servicios prestados a la Instrucción Pública. Años después fue retirada de su ubicación original en la calle Atocha, el monumento fue llevado al patio del Instituto Claudio Moyano. La excusa fue el tráfico. Unos años después, el 28 de marzo de 1982, conmemorando el 125 aniversario de la aprobación de la Ley Moyano, el alcalde Tierno Galván decidió restituir la estatua a la calle de Claudio Moyano.Ya se hablaba de desmontar el ”scalextric” de Atocha. Fueron los primeros pasos para recuperar la Glorieta de Carlos V para los peatones.

Desde su nueva ubicación, Moyano vela por la Cuesta de los Libreros, su calle, la calle Claudio Moyano, cultura y educación muy unidas.

Un abrazo.