Este domingo en 365 días en Madrid nos queremos fijar en un monasterio con gran significación histórica. El monasterio de Nuestra Señora de la Visitación, más conocido como Monasterio de las Descalzas Reales. Un monasterio de monjas de clausura, de la orden de las clarisas coletinas, fundado nada menos que en 1559 por Juana de Austria, viuda del príncipe Juan Manuel de Portugal, hermana del rey Felipe II y madre del futuro rey portugués don Sebastián.
Su ubicación en pleno centro de Madrid, en la que hoy conocemos como plaza de las Descalzas, muy próxima a la Puerta del Sol, justo enfrente del edificio del Monte de Piedad y su espléndida Portada de Pedro de Ribera.
El edificio de estilo clasicista del siglo XVI alberga en su interior importantes obras de arte, fruto de sus magníficas relaciones con la realeza. Un palacio plateresco castellano, que cuenta con columnas de mármol de Génova en los patios y salones decorados con azulejos y yeserías de tradición morisca, pero con formas ya del Renacimiento. Hay que recordar que delante del edificio del monasterio se proclamó en diversas ocasiones a los reyes y se aclamó a los príncipes de Asturias, sin duda un símbolo de la importancia que se le daba a este lugar.
El monasterio ocupo un espacio enorme en el que se encontraba un antiguo palacio que en el momento en que Doña Juana lo adquirió, era propiedad del tesorero de Carlos V. Dirigió las obras el alarife Diego Sillero, pero la autoría de la iglesia no está clara. Se piensa que pudo ser Juan Bautista de Toledo, a quien se le asigna la fachada, en estilo clásico. Sin embargo las trazas de la iglesia, de una sola nave cubierta con bóveda de cañón con lunetos, parece que corresponden al ingeniero italiano Francesco Paciotto, al que llamó a España Felipe II para ocuparse de la obra de El Escorial. Juan de Mora en 1612 se ocupó de las gradas del altar, el coro y la sacristía. Gaspar Becerra realizó en 1565 el retablo mayor, tristemente desaparecido en un incendio en 1862, siendo el autor de la arquitectura, de sus pinturas y esculturas. El aspecto arquitectónico del interior, corresponde a la remodelación llevada a cabo a mediados del siglo XVIII por Diego de Villanueva.
Una magnífica obra de arte que sin duda es una de las visitas imprescindibles en Madrid, una pena que las obras de remodelación de la Plaza de las Descalzas hayan sido tan nefastas para la conservación y el disfrute del patrimonio. El monumento como otros relacionados con la Casa Real depende de Patrimonio Nacional que es donde hay que dirigirse para su visita.
Un abrazo.
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