Los Arribes del Duero conforman una de las áreas protegidas fronterizas de mayor extensión de toda Europa, en la zona noroeste de la Península Ibérica, entre España y Portugal. La parte española se reparte entre las provincias de Zamora y Salamanca. La Junta de Castilla y León declaró Los Arribes como Parque Natural el 11 de abril de 2002, la parte portuguesa había sido declarado Parque Natural do Douro Internacional en 1998.

Desde el 1990, el territorio que ocupa Arribes del Duero está catalogado como “Zona de especial Protección para las Aves” (ZEPA).
Nos encontramos en un paisaje singular, con una toponimia propia, en leonés se utilizan los términos arribes, arribas o arribanzos para referirse a la peculiar configuración orográfica de los ríos de esta zona enclavada en la Raya entre España y Portugal. Comúnmente, hablamos de Arribes del Duero, pero también existen arribes del Águeda, del Esla, del Huebra, del Tormes y del Uces.

Así podíamos escuchar hablar de “As Arribas” en Portugal, “Las Arribes” en Salamanca y “Los Arribes” en Zamora , término que se está quedando como el más frecuente.  En definitiva, los arribes son las pendientes escarpadas que se sitúan a ambos lados de todos estos ríos. Ríos que van encajonados en una profunda depresión con una gran diferencia de altitud con la penillanura que les rodea.

Una región con un clima más templado del que podríamos imaginar por su latitud, y que en el lado portugués nos sorprende con sus cultivos de naranjos, un paisaje mediterráneo de olivos y encinas y grandes bloques de granito.

La alta concentración de embalses y saltos hidroeléctricos favorecidos por la geomorfología del territorio ha marcado sin embargo, un acusado despoblamiento.

Todo el área esta apostando por promover un desarrollo local, dónde el turismo sostenible, el ecoturismo tiene una importancia cada vez mayor. Varios cruceros fluviales, visitas a cascadas y miradores o picones, unas posibilidades increíbles para la observación de la avifauna, que tiene a la cigüeña negra y el alimoche como dos de sus emblemas más apreciados. Geología, flora y fauna de gran valor para los amantes de la naturaleza.

A estos recursos de la naturaleza se le suman, un gran patrimonio cultural, con bellos pueblos como Fermoselle, y muchas manifestaciones de la cultura rural: cigoñales para regar las tierras de labor, casitos o chozos de pastores, cortinas o cortinos para delimitar esas tierras. Tierras que nos ofrecen productos de altísima calidad como el vino, el aceite, el requesón de Vilviestre, la miel…

Además de los espacios protegidos, hay propuestas de gran valor para el ecoturismo como el Camino Natural del Duero, el Sendero GR 14 que se convierte en una columna vertebral para recorrer toda la zona a pie, un destino idóneo para el senderismo.

También encontramos numerosas propuestas para la bicicleta de montaña en Los Arribes, con varios Centros BTT.

Las administraciones locales cada vez tienen más presente la importancia de la sostenibilidad y de promover un turismo más responsable y sostenible.

Fruto de ese compromiso se ponen en marcha acciones como la que se celebrará el próximo día 26 de abril en Zamora con el título: “DESTINOS SOSTENIBLES PARA TURISTAS RESPONSABLES”.  Organizada por el Patronato Provincial de Turismo de Zamora que se suma al Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo con la celebración de esta jornada con la colaboración de nuestros compañeros de Koan Consulting.

Un territorio fronterizo y de acogida que nos espera para mostrarnos su riqueza natural y cultural.