La_Mariblanca_en_Madrid La conocida como la Mariblanca es una estatua de origen incierto, que fue comprada en Italia por el mercader florentino Ludovico Turchi, para coronar la desaparecida Fuente de la Fe en Madrid.

Al italiano le hizo un encargo en 1619, la Junta de Fuentes, un organismo del ayuntamiento madrileño. Parece que se abonó la cantidad de 15.000 reales por ésta y algunas otras esculturas mitológicas, adquiridas para embellecimiento de la capital.

Parece ser que la estatua llegó a Madrid decapitada, debido al trasiego del viaje, razón por la cual Turchi descontó 100 reales al carretero que la transportó desde Alicante, Domingo Núñez. Durante varios años estuvo almacenada, hasta que, en 1625, terminada la mencionada fuente, pudo ser colocada en su parte superior.

Es lo único que se conserva de esta fuente monumental, que estuvo ubicada en la Puerta del Sol, frente a la Iglesia del Buen Suceso, también desparecida.

Nos salio nómada la estatua, tiene ya casi 400 años y es complicado seguir su pista. Como decíamos estuvo al principio en la Puerta del Sol, en 1838 la llevaron a la Plaza de las Descalzas. De allí, a un almacén durante años. En 1912 se decide ubicarla en los Jardines del Retiro de Madrid, ya lo hemos comentado en otras ocasiones en 365 días en Madrid, históricamente, en esta ciudad cuando no se sabe que hacer con algún elemento de nuestro patrimonio, siempre acaba en El Retiro. Después  al Paseo de Recoletos hasta que unos actos vandálicos recomendaron ponerla a buen recaudo.Se restauró y se trasladó al Museo de Historia de Madrid en la calle Fuencarral. Para finalmente acabar en la histórica Casa de la Villa de Madrid, antiguo Ayuntamiento. En el último tercio del siglo XX se hizo una copia, que es la que vemos hoy en la confluencia de la Puerta del Sol con la calle del Arenal, justo, en el extremo opuesto de su primitiva ubicación.

Si queréis conocer más de está estatua viajera os recomiendo la lectura de una estupenda entrada sobre ella en el blog Pasión por Madrid.

Es una estatua pequeña y representa a una mujer, ataviada con atuendos clásicos, con un amorcillo a sus pies. No hay consenso si se trata de Diana, de Venus o de una alegoría de la Fe. Da igual, el nombre que finalmente se ha impuesto (ya sabéis a los madrileños les encanta poner el nombre que ellos decidan a cualquier cosa que haya en la ciudad), incluso a efectos oficiales, es el de la Mariblanca, parece que por la blancura del mármol con que la estatua está tallada.

Un abrazo y no olvidéis pasar a saludar a la Mariblanca en vuestra próxima visita a Sol.

Un abrazo.

La_Mariblanca_en_Madrid La_Mariblanca_en_Madrid La_Mariblanca_en_Madrid La_Mariblanca_en_Madrid La_Mariblanca_en_Madrid