Como en tantas otras ocasiones en nuestro querido Madrid, la iglesia de San José situada en la calle Alcalá número 43 ocupa el solar donde antes hubo otro edificio. En este caso, el antiguo convento de San Hermenegildo. En la iglesia del convento cantó misa en 1614 Félix Lope de Vega.
El convento, de religiosos Carmelitas descalzos, fue mandado construir en 1586 por orden de fray Nicolás de Jesús y María, con el visto bueno del cardenal Gaspar de Quiroga y Vela. El edificio se terminó en 1605, pero fue posteriormente demolido en el siglo XVIII.
En ese espacio, en 1730 se encomendó a Pedro de Ribera la construcción de una iglesia con el convento de carmelitas adosado. Es una obra de grandes dimensiones y con fachada muy ornamentada, claro exponente del estilo barroco de Ribera, nave de cañón y cúpula. Las obras se terminaron en 1748 por José de Arredondo y Fausto Manso.
En 1836 la iglesia se convirtió en parroquia y el convento fue demolido para construir el famoso Teatro Apolo. Hoy en estos terrenos hay un edificio perteneciente a un banco.
Las tres puertas de acceso tienen verjas forjadas obra de Juan Gil. Sobre la entrada principal podemos ver la cruz de los carmelitas y en una hornacina una imagen de la Virgen del Carmen realizada por Robert Michel en 1750, Michel es uno de los autores de la cercana fuente de Cibeles.
En 1912 la fachada fue remodelada, alargándola a ambos lados para que se adaptase al edificio colindante. La iglesia de San José alberga muchas obras de arte y también numerosas leyendas, una de ellas de final trágico y que se repite en muchos lugares, chico conoce a chica, se enamoran y al pasar junto a un lugar, en este caso nuestra iglesia, la chica se marcha y al día siguiente aparece muerta. No hay que olvidar que estamos muy cerca de la Casa de las Siete Chimeneas y el Palacio de Linares, cobijo de numerosas leyendas.
Un abrazo.
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