Gallinejas Embajadores (3)Madrid es la capital de España y en nuestra ciudad podemos degustar platos de cualquier región, hay restaurantes regionales que acercan a Madrid los sabores de Asturias, Murcia, Valencia, Cataluña, Galicia, etc. En fin que podemos disfrutar de una paella valenciana, unos mejillones gallegos, una fabada asturiana, un bienmesabe gaditano o un caldero murciano.

Pero hay un plato que es genuinamente castizo, y que tendremos serios problemas para encontrarlo en otro lugar que no sea Madrid, son las gallinejas. No quedan ya muchos locales dedicados a prepararlas en la ciudad y hay uno que destaca por solera y continuidad. Es la Freiduría de Gallinejas Embajadores, en la calle Embajadores  número 84. La familia de Gabino Domingo, lleva casi 60 años al frente del local.

Gallinejas, entresijos y mollejas, son productos extraídos del cordero lechal. Se fríen en su sebo, su propia grasa y se sirven calientes. Es un arte culinario típico de Madrid, donde las freidurías siempre fueron muy apreciadas.

Las gallinejas son tripas e intestinos del cordero. Antiguamente, el despacho de este producto se realizaba en quioscos o comercios populares, quizás de ahí le venga también esa imagen de plato de pobre. Ciertamente su consumo se concentraba en los barrios más humildes y castizos de la ciudad: Lavapies, Embajadores, Tetuán y Vallecas. En la década de los 60 había más de setenta locales que ofrecían el producto.

Benito Pérez Galdós en Fortunata y Jacinta hace mención a la gallineja: «Era la vecina del bohardillón, llamada comúnmente la gallinejera, por tener puesto de gallineja y fritanga en la esquina de la Arganzuela», la gallinejera es la persona que vende y fríe la gallineja.

No es plato para estómagos delicados pero si vienes a Madrid y quieres probar algo realmente singular y único deberías probarlas.

Buen provecho y un abrazo.