El Palacio de Cristal se creó en 1887 en el interior del parque de El Retiro. El arquitecto Ricardo Velázquez Bosco lo realizó
para servir como invernadero-estufa (se llamo pabellón-estufa) que albergara la muestra de plantas exóticas traídas para la Exposición General de Filipinas (las plantas fueron traídas desde Filipinas), realizada en Madrid en 1887, en aquel entonces todavía colonia española. Con ese objetivo también se creó el lago que está frente a su fachada que debía acoger pequeñas embarcaciones usadas en las diversas provincias del Archipiélago, con los aparejos y enseres propios de cada una de ellas.
El arquitecto se inspiro en el Crystal Palace de Paxton, sobre todo en cuanto a su estructura desmontable, y tomando también como referencia el mercado Les Halles de París, construido por Víctor Baltard, del cual decidió imitar la elevación de la nave central sobre las laterales. Hay que destacar que en el proyecto original la instalación era de carácter provisional, con el propósito de desmontarlo a la terminación del Certamen y enviarlo a Manila, allí debía celebrarse una Exposición de productos peninsulares que diese idea de las producciones agrícola, industrial, artística y de Españ, para fomentar el comercio de la Metrópoli con el Archipiélago.
Ricardo Velázquez Bosco venía precedido de un excelente trabajo de restaurador en edificios tan emblemáticos como la catedral de Burgos, la Mezquita de Córdoba o la Alhambra de Granada. En Madrid realizó edificios como el Palacio de la Minería (hoy conocido como Palacio de Velázquez) en 1883, el Ministerio de Fomento (hoy de Agricultura) en 1886 o la reparación del Casón del Buen Retiro.
La imagen que nos ofrece el Palacio es de una estructura frágil y etérea de hierro y cristal. Se utilizó hierro en las columnas jónicas que sostienen la estructura de cristal de la cubierta, sobre plataforma de piedra y ladrillo. Fue la primera vez que en España se utilizaron el hierro y el cristal en un edificio no industrial. Además del hierro forjado de la estructura se encuentran piezas de hierro colado, como las caras de angelotes que adornan la cornisa superior y sirven de apoyo a los canalones para el agua de lluvia. Las columnas del pórtico son de piedra sobre un basamento de hormigón y las escalinatas de granito.
Los azulejos que decoran todo el perímetro del palacio son obra del ceramista Daniel Zuloaga, decorados con dragones, estrellas o flores.
Tras la exposición, el Palacio de Cristal, entre otros usos, fue sede cada dos años de la Exposición Nacional de Bellas Artes, albergando las esculturas, evento gestionado por el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Desde 1990 el Palacio de Cristal del Retiro es una de las sedes del museo de arte contemporáneo Reina Sofía, con lo que siempre tendrás oportunidad de ver una exposición temporal de dicha entidad cultural.
Hoy lo disfrutamos muy a menudo y es parada obligada en muchas de nuestras rutas en bicicleta por Madrid.
Una curiosidad para finalizar, el Palacio de Cristal fue utilizado en mayo de 1936 para la elección del presidente de la República, Manuel Azaña.
Mañana más. Un saludo.
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