Hoy en 365 días en Madrid os queremos hablar de algo diferente, del escudo de Madrid y explicaros cual es el origen.
La imagen de un oso en un escudo de armas de las gentes de Madrid se remonta a la Edad Media. Hay constancia que en la expedición mandada por el rey Alfonso VIII de Castilla en 1211 contra la taifa de Murcia participaron huestes del Concejo madrileño, ostentando como enseña un oso que aparece pastando (a cuatro patas). De nuevo se uso la misma enseña un año después en la batalla de las Navas de Tolosa. En el oso podemos ver siete estrellas en su lomo que representan a la constelación de la Osa Menor con su correcta posición estando la Estrella Polar en dirección a la cola de la osa. Sí, parece que realmente el escudo lo que representa es a un osa.
Los osos eran abundantes todavía en aquella época en la mayor parte de la Península Ibérica. Tenemos una excelente fuente documental en El Libro de la Montería, que mandó hacer Don Alfonso XI, rey de Castilla, fue escrito hacia mitad del siglo XIV. Sin duda una joya para comprender la riqueza pasada de nuestros montes.
En el Libro se hace referencia a las Montes con osos que son muy numerosos en el país.
“La Foz de las Gallinas es muy buen monte de puerco en ivierno, et hay muchas veces oso,
et es en el Real. Et son las vocerías, la una por cima de las Gallinas en el camino mayor
que vá del Galapagar al Pardo: et la otra por cima de las Gallinas del otro cabo, que non
pase á la Torre de Lodones. £t son las armadas, la una á las Navas que son entre la Foz,
et el monte del Serrejon. Et la otra en el camino que pasa al Alpalante.
El Berrocal de la Torre de Lodones es buen monte de oso en ivierno, et es en el Real.”
Podemos reconocer con facilidad algunos nombres que prácticamente han llegado hasta nuestros días: Galapagar, El Pardo, Torrelodones…
La presencia de osos era abundante, en época de Alfono XI llegaban hasta Torrelodones, Argote deMolina en 1582 nos cuenta como los Reyes Católicos persiguieron un oso en Manzanares y como posteriormente Felipe II, siendo príncipe, es decir antes de 1556, aún lo cazó en El Pardo. Para el siglo XVIII se lo da por extinguido en Madrid, en 1810 se abate el último en La Granja y hacia 1830 el último en sierras segovianas.
Pero volvamos a nuestro escudo. En 1202, Alfonso VIII concedió los fueros a Madrid lo que le permitía disfrutar de las tierras y montes desde Madrid a la sierra. Esto originó un pleito entre la Iglesia y el Concejo.La Iglesia, quiso dejar constancia de su poder frente a los nobles del Concejo de la ciudad, y modificó el escudo acuartelándolo. Sitúa en el primero y cuarto de ellos un castillo de plata con fondo rojo y en los segundo y tercero una osa paciendo, para indicar claramente que los pastos y tierras del Castillo de Madrid son de la Iglesia. La disputa se prolongo durante veinte años. Finalmente se logró un acuerdo, adjudicar al Concejo los pies de los árboles y la caza, y a la Iglesia los pastos y tierras, que circundaban el castillo de Madrid y sus montes.
Por eso nuestra osa se puso de pie y se apoya en el árbol. Esa osa rampante se mantuvo ya en el escudo de la ciudad.
En las Cortes celebradas en Valladolid en 1544 el emperador Carlos V concedió a la Villa de Madrid el uso de la corona real, como muestra del agradecimiento del monarca por la curación de las fiebres cuartana, en realidad malaria, que padecía a base de cocciones de hojas de madroño, no sabemos si es sólo leyenda, aunque al madroño se le atribuyen propiedades medicinales. Como consecuencia de la gratitud real se añadió al escudo de Madrid una corona real encima del arbusto, lo que motivo que a partir de ese momento Madrid fuera “La coronada Villa de Madrid”. La verdad es que en Madrid no hay muchos madroños, algunos podemos encontrar, pero no es especie frecuente, sin embargo la osa y el madroño son nuestro escudo y como vemos desde hace ya muchos años.
El escudo aún cambiaría en varias ocasiones, se le incorporó un dragón en 1842, durante la II República se cambió la corona real, y finalmente en 1967 en el pleno del Ayuntamiento de Madrid celebrado el 28 de abril en la casa de la Villa, se acuerda que los elementos fundamentales del escudo de Madrid son el oso y el madroño, las siete estrellas de plata y la corona real.
Ahora ya sabemos un poco más de la historia de uno de los símbolos más representativos de Madrid, y podremos contarla cuando veamos la conocida (e itinerante) estatua del oso y el madroño de nuestra Puerta del Sol.
Un abrazo.
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