Parque de Berlin (8)Hace unos días te comentábamos que te daríamos más detalles de los restos del Muro de Berlín que podemos encontrarnos en el Parque de Berlín que visitamos con 365 días en Madrid.

Retrocedamos a noviembre de 1989. Manuel Romero se encontraba cubriendo como periodista una visita de Felipe González a Hungría. Se hablaba de la caída del muro, pero todo hacía pensar que sería un proceso lento. La noticia que Günter Schabowski, miembro del Politburó del SED (Partido Socialista Unificado de Alemania) y encargado de las relaciones con los medios de comunicación, dió en una comparecencia en el Centro de Prensa Internacional (IPZ) de la Mohrenstrasse para periodistas extranjeros, corrió como la pólvora. Era el 9 de noviembre de 1989. El muro primero se abrió y después comenzó a caer en pedazos.

Manuel Romero tardó muy poco en llegar y cubrir la noticia para la revista Panorama. Poco después recibe un encargo de Julián Lago de la revista Tribuna. Le pide algo impactante para vender revistas, algo que llame la atención y Romero le propone comprar parte del Muro de Berlín y regalar porciones con la revista.

Tras el visto bueno de su jefe se puso en contacto con Limex, la empresa estatal que comercializaba los restos del Muro (y que durante años sirvió para financiar a los servicios secretos), y se plantó en sus oficinas, en el centro de Berlín. En las afueras de la ciudad habían acumulado los restos, los trozos eran todos prácticamente iguales, los había mejor y peor conservados, más o menos graffiteados, los que más graffitis tenían eran los más caros.

Romero compró cuatro bloques, que fueron convertidos en 200.000 piececitas. Tribuna las regaló en una bolsita, y además con un certificado que acreditaba su autenticidad.

Era el número 115 del semanario y se convirtió en un autentico fenómeno mediático, salía a la venta a 300 pesetas. La idea encantó al alcalde de Madrid, Agustín Rodríguez Sahagún. Poco después Manuel Romero volvía a Berlín, al solar donde se acumulaba la osamenta del muro. Su compra para Madrid, tres bloques del Muro. 3 millones de pesetas cada uno. Ya tenían destino en Madrid: el parque de Berlín, en Chamartín. Está vez nadie pensó en El Retiro. Cuenta Romero que en la aduana, las piezas se importaron como planchas de hormigón. “Al funcionario no le servía como definición decirle que eran trozos del muro de Berlín”. ¿No te parece una historia increíble?

En España podemos ver algún otro trozo del muro, en el límite entre el País Vasco y Navarra, lo colocó Autopistas de Navarra, seguro que no necesitas que te diga quien lo consiguió.

Hay otro trozo en Torrejón de Ardoz, en el Parque Europa, donde podemos ver reproducciones a escala de múltiples monumentos del mundo. Hay un trozo del muro de Berlín, pero este es original y parece que fue cedido por el ayuntamiento de la capital alemana. Está estratégicamente situado frente a la reproducción de la Puerta de Brandenburgo.

No parece que en este tuviera nada que ver Romero, él ha contado está historia y otras muchas de interés en un libro, ‘Libro de Oro del Marketing de Guerrilla’, pero esa es ya otra historia.

Un abrazo.

Parque de Berlin (6)