El Jardín del Príncipe de Anglona -conocido por este nombre debido a uno de sus propietarios, Pedro Alcántara Téllez Girón y Alonso Pimentel, Príncipe de Anglona – se encuentra en la plaza de la Paja, en la zona del Madrid de los Austrias. El jardín tuvo su origen vinculado a la casa-palacio la cual a lo largo de su historia tuvo ilustres propietarios. Es uno de esos jardines escondidos de las grandes ciudades que pasa desapercibido a los ojos de aquellos que no están muy atentos. Desde la Plaza de la Paja no se ve, ya que es un jardín cerrado, rodeado de un alto muro, sólo se accede por una pequeña puerta desde la plaza. Una de las pocas muestras de jardines nobiliarios del siglo XVIII que se conservan en Madrid. El jardín se sitúa sobre un terraplén artificial salvando un fuerte desnivel entre la calle Segovia y la calle Príncipe de Anglona lo que le confiere la característica de jardín colgante. Originalmente el Jardín del Príncipe de Anglona se diseño en un estilo neoclásico, con elementos de tradición española de jardín andaluz. Su superficie ronda los 50o metros cuadrados. Con un trazado muy geométrico, sus dos caminos de ladrillos aparejados a sardinel y bordillo de granito se cruzan perpendicularmente dando lugar a cuatro cuadrantes realzados por el dibujo de los setos interiores de boj que mantiene parte de la idea original de su primer diseñador, Nicolás Chalmandrier, en 1761. Como era costumbre en la época también se plantaron frutales, plátano,caquis, higueras, granados, almendros, además de lilas, laureles o madroños. En 1872 el Marques de la Romana compra la casa al heredero del Príncipe de Anglona. En 1920 el marqués de la Romana encarga una reforma del jardín al sevillano Javier de Winthuysen Losada que le dio la forma que tiene actualmente. El sevillano era pintor y diseñador de jardines. También fue inspector de los jardines declarados artísticos, restaurando varios de ellos. En los años 40 del siglo XX restauró el parterre del jardín “El Capricho” de la Alameda de Osuna, muy dañado en la Guerra Civil. En 1978 pasa a titularidad Municipal, pero no es hasta 2002 que se abre para disfrute de madrileños y visitantes. Nos encanta este jardín y es uno de nuestros imprescindibles en nuestras rutas en bicicleta por los Jardines Escondidos de Madrid.
Un abrazo.
Es un rincón precioso.