El 1 de enero de 1930 finalizaron las obras del edificio de Telefónica en la Gran Vía. Realizado por Luis Ignacio de Cárdenas, arquitecto de la compañía Telefónica, siguiendo el ejemplo de los grandes rascacielos norteamericanos y las premisas de la International Telephone and Telegraph (ITT), empresa americana involucrada en la creación en 1924 de la Compañía Telefónica.
Se convirtió en uno de los edificios más célebres de Madrid y de los más reconocibles. Con sus 82 metros de altura, se incorporó para siempre a la línea del horizonte de la ciudad, no en vano se eligió para construirlo, el punto más alto de la Gran Vía.
Fue el primer rascacielos de Europa hasta que en 1931 se inauguró un edificio que comenzó su construcción en julio de 1929 en Amberes, frente a su catedral, un edificio de veintitrés plantas con una altura total de 87,5 metros: la torre del banco KBC, conocida también como La Torre de los Campesinos.
También en 1931, La Journée Industrielle publicaba una relación de los once rascacielos europeos más altos, entre los cuales, por supuesto, figura el edificio de la Compañía Telefónica Nacional de España en Madrid.
En Madrid fue el más alto hasta 1953, año en que se levantó en el edificio España con 117 metros.
Como tantos otros edificios madrileños, la Guerra Civil señalo al edificio de Telefónica. Se convirtió desde el 7 de noviembre de 1936 en la guía de la artillería franquista instalada en el cerro Garabitas de la Casa de Campo. El general Varela fijaba los ángulos de tiro de la artillería a partir de la Telefónica, de forma que una vez alcanzado el objetivo (nuestro edificio de hoy en 365 días en Madrid) se graduaban las baterías de cañones para alcanzar la zona que ese día se quería castigar.
Cientos de obuses fueran lanzados durante la guerra contra este edificio y la gran costumbre madrileña de renombrar hizo el resto. La Gran Vía fue llamada “la avenida del quince y medio” por ser este el calibre los obuses utilizados.
En 1967 se colocó en el torreón central, a 70 metros de altura, una enorme esfera de reloj con un minutero que mide 2,5 metros y una aguja horaria de 1,5 metros. La relación de la Telefónica con la hora era anterior pues en el edificio se encontraba el reloj patrón por el que se regía el servicio horario de la compañía. Durante muchos años, este reloj fue utilizado por las emisoras de radio para dar las horas.
En 2012, Espacio Fundación Telefónica presentó un nuevo espacio, en las cuatro plantas del edificio trasero al que se accede por la calle Fuencarral. 6.370 metros cuadrados fueron totalmente remodelados por Quanto Arquitectura y Moneo Brock Studio para dedicarlos a exposiciones. Hoy, este edificio, con hall de acceso, sala de mapas, tienda librería, auditorio, salas de exposiciones, aulas, un ascensor panorámico y una sorprendente escalera helicoidal de acero corten, es escenario de una intensa actividad cultural, con fantásticas exposiciones de todo tipo.
Un abrazo.