El Ministro de Hacienda Gabino Bugallal en el año 1915, ante la situación de ruina del Palacio de Godoy, propuso al Rey Alfonso XIII la construcción de una nueva sede para el Ministerio de Marina. Reciben el encargo para la construcción los arquitectos Francisco Javier Luque y José Espelius. Se ubica en la calle Montalbán, número 2, esquina con el Paseo del Prado, muy cerca del Palacio de Cibeles. Diseñaron un edificio de estilo ecléctico con planta rectangular y dos patios interiores que fue inaugurado el 16 de julio de 1928.
Presenta una torre que unifica la fachada y combina elementos clásicos y góticos como era habitual en este tipo de edificios en el primer cuarto de siglo XX. Las fachadas están decoradas con una combinación de elementos de carácter naval, escudos de los antiguos reinos de España y las provincias marítimas, buques y elementos vegetales.
Pero el elemento más impresionante de toda la obra es la escalera monumental, estilo imperio, fabricada en mármol de Carrara de tonos beige y marrón. Sobre el primer tramo se encuentra un friso en altorrelieve con una escena clásica que procede del palacio de Godoy, antigua sede del Ministerio de Marina.
Tanto el hueco central del edificio como los dos patios interiores (que en la actualidad están ocupados por dos salas de exposición del Museo Naval) están cubiertos por unas vidrieras de Maumejean. En las cristaleras de color blanco con grecas verde esmeralda aparece Neptuno junto a caballitos de mar y una pareja de sirenas. Entre cada una de estas figuras y separando ambas se sitúan los escudos de los antiguos reinos de España: Aragón, Navarra, Castilla y León.
El Museo Naval no suele ser una visita frecuente de las personas que visitan Madrid. Sin embargo es sorprendente su variedad y el valor de las piezas que alberga. Para mi sin dudarlo, lo más valioso es el Mapamundi de Juan de la Cosa, primera representación de América que se conserva, pero también alberga la cerámica, los utensilios y cañones rescatados del galeón español San Diego hundido en Filipinas en el siglo XVII, instrumentos astronómicos, científicos y de navegación, modelos de buques y maquetas de arsenales, cartografía, artes plásticas y decorativas, armas y banderas, uniformes y condecoraciones, pertrechos marineros, piezas etnográficas y objetos personales de marinos ilustres, joyas que nos hablan de nuestra historia.
Un abrazo.
Gracias por contribuir al conocimiento y difusión de nuestro patrimonio histórico.Te esperamos en la próxima exposición temporal. Un cordial saludo.
Gracias a vosotros por poner en valor todo el patrimonio que albergáis: por supuesto que volveremos pronto.
Un saludo y mucho ánimo en vuestra tarea.