El enorme edificio del Centro Conde Duque se construyó como un cuartel. Es un edificio barroco (de estilo churrigueresco) que comenzó a construirse en 1717 por Pedro de Ribera. El lugar elegido, junto a los muros del Palacio de Liria, residencia de la Casa de Alba.
Ribera diseñó una portada muy llamativa, que resultó el ornamento más importante de la construcción y que fue muy criticada tanto en el momento, como mucho después. Fue Felipe V, primer Borbón, quien mandó al corregidor marqués de Vadillo hacer «la fábrica y obras que se necesita en el cuartel de sus reales Guardias de Corps, junto al convento de nuestra Señora de los Afligidos, para alojamiento de 600 guardias y 400 caballos». La guardia de élite de los reyes.
Un enorme espacio en forma de paralelogramo que consta de tres patios rectangulares, siendo el central el más amplio.
No hay unanimidad en cuanto al nombre del cuartel. Para Mesonero Romanos se debía al conde-duque de Olivares, valido de Felipe IV. Otra opción dice que el nombre viene de su asentamiento en un solar que fue palacio del conde de Aranda y duque de Peñaranda.
El cuartel se convirtió academia militar en el siglo XIX. Posteriormente fue observatorio astronómico, prisión y formó parte del sistema de comunicaciones mediante telégrafo óptico, ideado en España en el siglo XIX. La torre de telegrafía era la número uno de la Línea de Castilla, que comunicaba Madrid con Irún. Un incendio casi acaba con el Cuartel del Conde Duque en 1869, y seis años más tarde estuvo a punto de ser derribado.
En el año 1969 el edificio dejó de tener uso militar, y comenzó a ser rehabilitado por el arquitecto Julio Cano Lasso, bajo encargo del Ayuntamiento de Madrid. En 1975, la piqueta volvió a cernirse sobre el viejo cuartel. Existió un plan para derribarlo y construir un edificio de ópera.
Sobrevivió, y hoy el Cuartel del Conde Duque es un fortín consagrado a la cultura. Atesora grandes joyas culturales, es además biblioteca municipal, alberga colecciones de vinilos, el Archivo de la Villa (con el Fuero de 1202), la Biblioteca Histórica, la Hemeroteca Municipal, la Biblioteca Musical y el Museo Municipal de Arte Contemporáneo.
Por si fuera poco ofrece conciertos, exposiciones y una variada oferta cultural. Se ha convertido en dinamizador del barrio que ofrece múltiples propuestas de ocio, cafés agradables y un ambiente muy acogedor.
Un abrazo.
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