Estamos ante una de las obras más significativas de Miguel Fisac a orillas del río Manzanares, donde hay que mencionar la gran labor del ingeniero Eduardo Torroja, hablamos del Centro de Estudios Hidrográficos.

En 1960 Miguel Fisac Serna recibió el encargo de construir un nuevo edificio que debía albergar dos organismos: el Centro de Estudios Hidrográficos y el Laboratorio de Hidráulica. Tres años después concluye un proyecto que se ha convertido en un símbolo de la arquitectura  de los años 60 en Madrid y en España.

Fisac proyectó dos edificios, unidos por un pasillo. Un núcleo principal con una torre de siete plantas y tres naves destinadas a ensayos, mientras que en el secundario encontramos un edificio de dos pisos.

El edificio del Centro de Estudios Hidrográficos es un referente de la Arquitectura Española de los año 60 y es visitado constantemente por grupos de profesionales y estudiantes de todo el mundo.  La parte más destacada del conjunto es la nave de modelos que constituyó un importante reto, que el propio Fisac definió como su “mayor desafío estructural” hasta ese momento de su carrera y dónde contó con la gran aportación de Torroja. Crearon  un espacio diáfano, que recibía la luz solar desde arriba lo que garantizaba una iluminación uniforme con una cubierta adintelada con unas vigas que estaban formadas por piezas de hormigón unidas entre si. Eran las llamadas “vigas-hueso”, similares a las estructuras óseas de los animales, que permitían al mismo tiempo resolver estructuralmente la nave de 22 metros,  la luz natural indirecta necesaria para la realización de los ensayos y la evacuación del agua de la cubierta.

Sin embargo este diseño no fue muy del agrado de los vecinos y siempre fue una obra muy discutida.

Un abrazo.