Casa Palacio del Duque de Sueca y Alcudia (1)Corría el año 1904 cuando el Duque de Sueca y de Alcudia, Adolfo Rúspoli y Godoy, hizo un encargo al arquitecto José Urioste y Velada para que construyera su nueva residencia en la calle Barquillo número 8. Urioste, que era muy popular tras haber realizado el Pabellón Español de la Exposición Universal de París en el año 1900, terminó esta casa palacio con planta cuadrada en 1910. Diseño la obra como dos viviendas independientes, distribuidas en torno a un patio central rectangular. El solar condiciono la obra, la construcción entre medianerías sólo permitía dos fachadas, una dando a la calle del Barquillo y a la otra a los jardines del Palacio de Buenavista, sede del Cuartel General del Ejército.

El resultado es uno de los mejores exponentes del neoplateresco madrileño decorado con balconadas de piedra, con rejerías de hierro forjado y con pilastras, similares a las del palacio plateresco de Monterrey de Salamanca.

Eran viviendas de lujo, lo que buscaban para su residencia las clases altas de Madrid de comienzos del siglo XX : grandes salones, comedores con su ante comedor correspondiente, salas de confianza, cocinas, baños, gabinetes, despachos, alcobas, despensas y habitaciones para el servicio.
La ubicación junto al Palacio de Buenavista es muy simbólica, en este palacio habitó, Manuel Godoy, Príncipe de la Paz y I Duque de Sueca y de Alcudia, Primer Ministro de Carlos IV y favorito de la Reina María Luisa de Parma. El antepasado más ilustre de la familia, que perdió el favor político del Rey tras los sucesos del motín de Aranjuez de 1808.

No hay que confundir este palacio, como el conocido Palacio de Sueca y que ha rescatado del olvido la serie del Ministerio del Tiempo y donde habitó la mujer del mencionado Godoy.

Un bello edificio en el centro de la ciudad, que se abre a la Plaza del Rey donde podemos ver la estatua del militar Jacinto Ruiz y Mendoza, héroe del levantamiento del 2 de mayo, cierra el otro lado de la plaza la Casa de las Siete Chimeneas, otra maravilla madrileña.

Un abrazo.