Aquello de entrar en un bar, pedir un café y tirarse las horas hablando de política, de toros o literatura pasó un poco a la historia. En parte porque no le interesa a los hosteleros, en parte porque tenemos menos hábito de hablar y en parte porque los que podrían promover las tertulias son demasiado famosos y se les subió a la cabeza. En fin, hubo un tiempo en que este ambiente era el que mandaba en Madrid, a finales del XIX y principios del XX, siendo así que los que sabían de mundo, discutían y compartían sus saberes con otra gente en estos “garitos”.

En la ruta de hoy vamos a rescatar los lugares de esta época, ubicando donde se encuentras los pocos que quedan en pié y recreando la situación de los que ya han desaparecido. Los personajes, los temas, las anécdotas y sobre todo las ganas de usar la bicicleta en Madrid para buscar esas señas de identidad. Actividad física moderada y aceite para las neuronas, ahí es nada.

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