Este domingo nos vamos a dedicar a una pequeña iglesia, la Basílica Pontificia de San Miguel, o simplemente, Basílica de San Miguel. Una iglesia muy interesante. El mejor barroco italiano del siglo XVIII en Madrid, mandada construir por la reina Isabel de Farnesio en el año 1739, cuando su hijo Luis Antonio de Borbón era Arzobispo de Toledo, siendo aún un niño. Situada junto al Palacio Arzobispal en el corazón del Madrid de los Austrias.
El edificio, de planta de cruz latina, es obra del arquitecto italiano Santiago Bonavía, aunque parece ser que se le encargo a Teodoro Ardemans y fue terminado por Virgilio Rabaglio. Llama la atención la fachada, de forma convexa, rematada por dos torres con chapiteles, de influencia oriental, y un frontón, también curvo.
Varios conjuntos escultóricos, obras de Roberto Michel y Nicolás Carisana, ornamentan la fachada: las alegorías de la Caridad, de la Fe, de la Esperanza y de la Fortaleza. Sobre la puerta, un bajorrelieve, realizado por Carisana, donde se muestra el Martirio de los Santos Justo y Pastor, advocación original de la iglesia.
Buena parte de la iglesia está hecha en estuco imitando mármoles y bronces. Bonavía llegó a España en 1731, proveniente de Piacenza, Felipe V le llamó para construir el teatro del Buen Retiro. Bonavía estudió la arquitectura de Guarino Guarini en Turín. Dos años antes de comenzar la Basílica, Bonavía publicó “Architettura civile”, recopilación de escritos y proyectos de Guarini, un libro de gran influencia en el desarrollo del barroco europeo. Este hecho nos ayuda a comprender, como resolvió las cubiertas, basadas en arcos entrelazados árabes y en un complicado despiece de arcos en todas las direcciones como los realizados en Turín por Guarini en el siglo XVII.
Las bóvedas están pintadas al fresco en el siglo XVIII por los hermanos González Velázquez. En los retablos de esa época trabajó también, Ventura Rodriguez.
La iglesia pasó a llamarse de San Miguel, Santos Justo y Pastor, en tiempos de José Bonaparte, cuando se fusionó con la parroquia que estaba dedicada a San Miguel que ocupaba el solar del actual mercado de ese nombre, destruida en un incendio.
En el siglo XIX el templo cambio su denominación únicamente por la de San Miguel.
En el año 1885, el palacio construido por el infante D. Luis junto a San Justo, fue convertido en residencia de los nuevos obispos de Madrid.
Un abrazo.
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