Antiguo Banco de Bilbao (4)Madrid como capital de España siempre ha sido una plaza interesante para cualquier actividad económica y por eso los grandes bancos del país abrieron sus sedes en la ciudad, haciendo alarde de su poder económico y construyendo edificios singulares.

El banco Español de Crédito se instaló en 1920 en el edificio que había sido la sede de la sociedad de seguros La Equitativa entre 1882 y 1891 en la confluencia de las calles Alcalá y Sevilla, el banco Español del Río de la Plata construyó, en la calle Alcalá, el edificio de las Cariátides, hoy sede del Instituto Cervantes. El Credit Lyonnais se instaló en 1920 en un inmueble en la plaza de Canalejas.

El banco de Bilbao decidió también  abrir una sede en Madrid y convocó un concurso público para hacerlo en el año 1919. Ganó el concurso el arquitecto bilbaíno, Ricardo Bastida. Las obras comenzaron en el año 1920 y se prolongaron durante 3 años.
El reto estaba en el solar elegido con una planta muy irregular pero en el mismo centro de Madrid, a pocos metros de la Puerta del Sol, frente al edificio de La Equitativa en el número 16 de la Calle Alcalá.

Bastida propuso al Ayuntamiento un cambio para alinear la fachada principal de forma curva, a semejanza de lo que había hecho Antonio Palacios con el banco Español del Río de la Plata. Tras ese cambio construyó un edificio monumental, simétrico, de seis plantas y coronado por dos torreones de unos cinco metros de altura que albergaban sendos aljibes y sobre los que colocó dos grandes esculturas.

Toda la decoración fue encargada a artistas bilbaínos: Quintín de la Torre para los cuatro atlantes de mármol italiano de la parte superior de la fachada. Aurelio Arteta, los doce murales que decoran el vestíbulo central e Higinio Basterra se encargó de las dos cuadrigas que son el elemento más conocido de la obra, sobre los torreones y con las patas de los ocho caballos en el aire, sobre la calle.

Durante la Guerra Civil, el edificio estuvo ocupado por sindicatos y partidos de izquierdas. Las cuadrigas, que habían sido fundidas en los talleres de Codina Hermanos estaban recubiertas de latón dorado, eso las hacía muy visibles y su situación muy cerca del edificio de la Real Casa de la Aduana, donde el general Miaja montó la sede del Estado Mayor y Junta de la Defensa de Madrid en noviembre de 1936 aconsejaba hacerlas menos llamativas por lo que  fueron pintadas de negro y dificultar que la aviación franquista las tomara de referencia. Posteriormente se decidió que ese dorado era prescindible y no recuperaron su aspecto original.

Por suerte para el patrimonio de Madrid los bombardeos no afectaron a las cuadrigas ni a la gran vidriera, para mi, lo más espectacular del edificio, realizada por la casa Maumejean sobre el vestíbulo circular. Sobresalientes  los doce murales de 2 por 3 metros cada uno, separados por dobles columnas de alabastro. Arteta, utilizó las técnicas del fresco y el temple y representó distintas actividades cotidianas del País Vasco: la agricultura, la recolección, la fundición, el ferrocarril, el astillero, la mina, la carga y descarga, la pesca y también el trabajo intelectual y las artes.

Hoy es la sede de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid y también parada de nuestra ruta en bici de Madrid de Cine, Alex de la Iglesia puso en peligro aquí a Carmen Maura en el final de la película La Comunidad y dio a conocer aún más este espléndido edificio.

Un abrazo.