El Marquesado de Guerra es un título nobiliario español concedido por Felipe V en el año 1729. Posteriormente fue rehabilitado en 1883 a favor de Enrique de Lara y Casasola en el año 1909, al que sucedió su hijo Enrique de Lara y Guerrero, VIII marqués, abogado, gobernador civil y mayordomo de semana de Alfonso XIII. Para él se construyó la impresionante casa que vemos en la calle Goya número 53. Pero antes de hablar de la casa, hablaremos de uno de sus cargos, el de mayordomo de semana del rey.
Pertenecían a una clase palaciega de la Real Casa y Patrimonio de la Corona de España, su función era acompañar al Rey en todo momento. Dependían del Sumiller de Corps.Con los dos últimos Reyes antes de la proclamación de la II República Española, Alfonso XII y Alfonso XIII no se exigían requisitos legales especiales para el desempeño del cargo, si bien debían ser individuos de posición social elevada. Asistían a todas las audiencias y actos oficiales junto al Monarca turnándose para asistirle y colocándose frente al Trono siempre. Sólo prestaban servicio en el Palacio Real de Madrid y otras residencias reales, no acompañando al Rey en los viajes. Así, a diario y en su turno almorzaban acompañando a sus Majestades, junto con el Comandante de Alabarderos (con un papel preponderante en el relevo de la Guardia Real en el Palacio Real), el Gentilhombre Grande de España , la Dama de la Reina y la Dama al servicio particular de la Reina de servicio y los Ayudantes de Campo igualmente de servicio.
Cuando se proclama la Segunda República Española, el 14 de abril de 1931, se suprimió de dicho cargo, en ese momento eran 122 Mayordomos de Semana los que estaban de servicio. España es diferente, no cabe duda.
El edificio es obra del arquitecto Luis María Cabello Lapiedra, se construyó en 1919. Cabello Lapiedra tuvo un papel destacado en el resurgimiento de una arquitectura nacional apoyada en los historicismos, pero también en influencias vernáculas tratadas de un modo romántico. Algunas de sus obras más relevantes son el Palacio Bermejillo o la Real Academia Nacional de Medicina en la calle Arrieta.
Casi 100 años después de su construcción sigue siendo un edificio muy interesante.
Un abrazo.
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