Por el camino: cultura, gastronomía, patrimonio ferroviario, hayedos, bosques de ribera, escenarios de leyenda, libros y películas.
Un recorrido fácil, de bellos paisajes. Un itinerario apto para aquellos que gusten disfrutar de la bici en un viaje tranquilo, con etapas cortas, muy adecuado para hacer en familia, y con mucho que ver cada día, aprendiendo de la cultura local con uno de su productos estrella, el queso.
El ferrocarril del Plazaola unía las ciudades de San Sebastián y Pamplona. Nació como un modesto ferrocarril minero, de tan solo 20 kilómetros de longitud, que unía las minas de Plazaola, que dan nombre al Camino Natural y la Vía Verde, con la estación del Ferrocarril del Norte en Andoain.
Las minas estaban situadas prácticamente en la muga, la frontera entre Navarra y Guipúzcoa.
Su puesta en servicio se realizó en 1905 y en 1914 se amplió uniendo Donosti y Pamplona.
En la época, este trazado fue un reto, con tramos muy complicados como el paso de Uitzi, divisoria Cantábrico-Mediterráneo, y el paso del valle de Leitzarán al de Larráun. Para salvarlo se construyó un túnel de más de 2,5 kilómetros. Durante años, el más largo de vía estrecha de España.
Tras la guerra civil el futuro de la línea no era muy halagüeño. En 1953 unas fuertes riadas se llevaron algunos puentes y parte de la vía, y desencadenaron el cierre definitivo de la línea.
Hoy, buena parte de su trazado se ha recuperado como Vía Verde gracias al programa de Caminos Naturales del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación, varias de sus estaciones se han reconvertido y podemos encontrarnos restaurantes y una oficina de turismo, en Lekumberri, para conocer mejor la historia de este ferrocarril. El itinerario se ha consolidado gracias al proyecto Ederbidea y ofrece una amplia oferta de producto y experiencias locales impulsadas por la iniciativa de muchas entidades promovido por el proyecto Trailgazers.
Unas auténticas vacaciones en bicicleta para disfrutar de uno de los rincones más bellos de la Península Ibérica y con alguna sorpresa inolvidable como la visita a la quesería Bikain.
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