La Sierra de Aralar se extiende por tierras navarras y guipuzcoanas, tierra de mitos y leyendas, donde habita Mari, la diosa de la naturaleza. Compartiremos nuestros pasos con vacas y ovejas latxas entre numerosos dólmenes que nos recuerdan que estamos en un territorio poblado desde muy antiguo.
De esos mitos destaca el de Teodosio de Goñi, el caballero que, para matar al dragón, requirió la ayuda del arcángel San Miguel. En su honor, se erigió uno de los santuarios más icónicos de Navarra en un impresionante mirador sobre la Sakana del que disfrutaremos en nuestras rutas a pie.
Tierra de pastores que han modelado paisajes de prados siempre verdes, que aparecen entre hayedos que cambian de color en cada estación. Tendremos oportunidad de probar uno de los productos más afamados de la zona, sus quesos.