Desde las fascinantes columnas de arenisca y los acantilados de la Suiza Bohemia hasta los viñedos de Mělník: seguro que volverás a casa con las alforjas llenas de buenos recuerdos.
Este viaje en bicicleta de 6 días empieza en Praga, atraviesa el norte de la República Checa y termina en Dresde, ciudad europea ejemplar (el poeta Schiller escribió aquí el poema que actualmente es el Himno de la Unión Europea). Con etapas diarias de 25-52km, mayoritariamente por una de las ciclo vías mejor desarrolladas del país, es un viaje pensado para el ciclista ocasional. Disfruta a tu aire, sin tener que preocuparte de ninguna logística: mientas vas llegando en bici, tus maletas serán transportadas al siguiente hotel.
ITINERARIO
La llegada a Praga es por tu cuenta y te recomendamos hacer una visita guiada en bicicleta por la ciudad, para descubrir sus rincones escondidos. Disfruta también de sus monumentos más conocidos: la Plaza de La Ciudad con su reloj astronómico y el Puente de Carlos sobre el río Moldava sin duda merecen una visita.
Empezarás a dar pedales por una conocida región de viticultura, donde te recomendamos hacer una parada en el Chateau Veltrusy. Atravesando paisajes de gran importancia agrícola llegarás a Roudnice, una de las ciudades más antiguas del país y un lugar excelente para hacer un picnic.
Si quieres te puedes tomar un momento para visitar los restos de un pasado oscuro en la ciudad de Terezín, un antiguo campo de concentración de la Segunda Guerra Mundial. El lugar forma un fuerte contraste con el tranquilo y alegre paisaje rural.
Siguiendo por la antigua ruta comercial que serpentea las orillas del rio Elba, te encontrarás rodeado por castillos medievales que coronan las Montañas Centrales de Bohemia.
También habrá una posibilidad para dejar de lado las bicicletas y tomar una tarde para explorar las sendas de la Suiza bohemia. Un Parque Nacional lejos del país que lleva el mismo nombre, pero con un paisaje parecido. Visita el famoso Pravčická Brána, el arco de arenisca natural más grande de Europa.
Sobre dos ruedas de nuevo entrarás en Alemania, cruzando el río Elba en barco y atravesando paisajes que muestran una excelente combinación entre naturaleza y cultura. Las fortalezas y castillos construidos por los reyes sajones han merecido una inscripción en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Destino final del viaje es Dresde, ciudad cultural por excelencia. Aunque la ciudad fue bombardeada casi a cenizas en la Segunda Guerra Mundial, su reconstrucción ha quedado verdaderamente impresionante. Quédate unos días más para visitar sus monumentos e iglesias. La Ópera, el Palacio Barroco Zwinger y laCatedral Hofkirche, solo unos pocos ejemplos de su gran oferta.
