Te ofrecemos un itinerario de más de 500 kilómetros atravesando dos países y conectando dos capitales. Prepara las alforjas, súbete a la bici y anímate a descubrir los paisajes de La República Checa y Alemania sobre dos ruedas.
Este viaje de 11 días a tu aire en bicicleta sigue casi en su totalidad la corriente del río Elba, hasta llegar a los pinares de Sajonia y los lagos de Potsdam. Con etapas diarias de 38 a 60 kilómetros con poco desnivel, la ruta está pensada para el ciclista habitual.
ITINERARIO
El primer tramo te levará por una importante región vinícola hasta llegar la ciudad de Mělník, construida sobre una colina, en lo alto de la confluencia de los ríos Moldava y Elba.
Seguirás por paisajes suaves a las orillas del Elba, sin perder de la vista la curiosa montaña Říp. Según la leyenda, en esta colina de origen volcánico, se asentaron los primeros checos, muchos siglos atrás.
Antes de entrar en Alemania, el camino sigue una antigua ruta comercial, que conectaba en sus días los reinos checos con los reinos sajones. Castillos medievales, edificios y ruinas de la Segunda Guerra Mundial y el precioso Parque Nacional de la Suiza Bohemia son algunos delos puntos de interés.
Una vez cruzada la frontera llegarás a Dresde, una ciudad preciosa, que ha recuperado su esplendor tras la intensa destrucción sufrida en el final de la Segunda Guerra Mundial. Con una gran oferta de museos y monumentos para visitar, no puedes perderte el placer de tomar un café en alguna de sus plazas.
Dar pedales por los paisajes de Sajonia es como entrar en un mundo de cuentos de hadas. La ciudad de Meißen, famosa por la porcelana que fabrican ahí desde el siglo XVIII, es el siguiente destino.
Pasarás por Wittenberg, cuna del luteranismo y lugar dónde nació la Reforma Protestante en el siglo XVI. Es una ciudad idílica que merece mucho la pena visitar. Su conjunto de monumentos luce en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Una vez dejado el Elba atrás, te adentrarás en una zona de densos bosques de pino, hasta llegar a los paisajes abiertos de los lagos de Potsdam.
Desde esta importante ciudad burguesa, conocida por albergar la antigua residencia de los reyes de Prusia, puedes elegir llegar a Berlín en tren.
Una vez en la ciudad, te recomendamos quedarte unos días más para visitar Berlín con calma.
