Una aventura a lo largo de la costa sur de Bretaña, entre Quimper y Vannes, descubriendo los paisajes costeros y las riquezas históricas del sur de Bretaña.
En seis etapas, conectarás el Finisterre francés con la de bahía de Morbihan. Inicio y final en dos fascinantes ciudades que marcan la pauta de esta ruta con muchos lugares de interés histórico. Las famosas alineaciones de megalitos de Carnac son sin duda el tesoro más preciado y tendrás la oportunidad de descubrirlos durante tu estancia.
A lo largo de esta escapada, atravesarás pequeños pueblos formados por típicas casas de granito bretonas y numerosos puertos muy pintorescos. Se trata de zonas de vida animadas, donde cada día se escribe un poco más de la historia de estas localidades íntimamente relacionadas con el océano. Sin duda sucumbirás al encanto de los puertos pesqueros de Concarneau, Trinité sur mer o Auray, entre los más bellos de Bretaña. A los amantes del pescado y marisco fresco, se les anuncian deliciosos festines entre las etapas en bicicleta. Un consejo: ¡prepara tus papilas gustativas!
Fiel a su reputación, Bretaña ofrece suntuosas postales, paisajes auténticos y típicos que constituyen el encanto de la región. Desde las playas de arena blanca hasta el pintoresco puerto de Saint-Goustan, pasando por la fotogénica ría (estuario) del Etel y la costa escarpada de la península de Quiberon. Te espera un hermoso mosaico de paisajes.
Entre los tramos en bicicleta, varios pasos marítimos permiten cruzar las rías y ríos que desembocan en el océano. Estos breves cruceros son también un momento para saborear el paisaje circundante y apreciar mejor el fuerte vínculo que tienen los habitantes con el mar.
ITINERARIO
Llegada a Quimper, por cuenta del viajero.
Tu aventura comienza en Quimper. Nos reunimos allí para preparar la salida. Tarde libre, aprovecha la oportunidad para explorar las estrechas calles de su corazón histórico con elegantes casas con entramado de madera. Déjate tentar por una tarta bretona, acompañada de un cuenco de sidra, ideal para prepararte para tu viaje a Bretaña.
Desde Quimper, pedalea hacia el sur, hacia el océano. Desde Fouesnant se divisa la amplia bahía donde se encuentra la ciudad de Concarneau, famosa por su puerto pesquero clasificado entre los diez primeros de Francia. Casi se puede oler el pescado fresco.
Nos dirigimos hacia Pont Aven, en un día de paisajes variados. Si bien la mañana será montañosa, la tarde ofrece un recorrido bastante llano. Y si la mañana es pastoral y bucólica, la tarde revela un lado mucho más marítimo y costero. En el camino, no te pierdas el encantador puerto de Doelan. Cruza el Laïta en barco, un crucero breve y agradable. Es tu oportunidad para recargar pilas antes del último tramo del día que le llevará a Lorient, una ciudad portuaria rica en historia.
Desde Lorient se cruza la ría de Blavet. Una vez en la orilla opuesta, bordearás la costa de la península de Gavre antes de llegar al bonito puerto de Etel. El pequeño pueblo está en la ría del mismo nombre. Ofrece una de las postales más famosas de Bretaña, con la pequeña isla de Saint-Cado y su casa en medio de este estrecho mar interior. Luego, cambia de aires, tu ruta te adentrará en las dunas de Erdeven, un espacio natural sorprendente. Antes de La Trinité sur mer, punto culminante de esta hermosa etapa, una visita obligada, las alineaciones megalíticas de Carnac: ¡un yacimiento neolítico de riqueza inestimable!
Este circuito, de unos sesenta kilómetros, permite descubrir la localidad de Quiberon y los diferentes aspectos de su famosa península. Si la costa este está relativamente urbanizada, la costa oeste, azotada por los vientos, presenta un entorno extremadamente salvaje y no gestionado.
Te acercarás al Golfo de Morbihan y a su hermoso mar interior. Se llega a Auray, que tiene un encantador centro histórico. Dirígete al lugar más interesante: el puerto de Saint-Goustan. Llegarás a Vannes al final del día, ideal para un agradable paseo por la ciudad.
