El Camino de Santiago por la costa Cantábrica, conocido como Camino del Norte, tan antiguo como el Camino Francés, ya fue pisado por los reyes europeos de la Edad Media. Por su trayecto costero, era el favorito para llegar a Santiago, sobre todo cuando al sur de la Cordillera Cantábrica mandaba el imperio de la media luna.
Conforme avanzó la Reconquista y los terrenos del sur recuperaron la paz, el Camino del Norte cedió poco a poco protagonismo. Durante siglos apenas fue utilizado por los peregrinos, sin embargo, está recobrando su estatus como ruta relevante y comienza a ser de nuevo popular.
Paisajísticamente es el recorrido más espectacular, combinando el mar y la montaña, los acantilados cantábricos, los mejores bosques de la costa cántabra y algunos de los parques naturales más bellos del país como Santoña, Oyambre o las Dunas de Liencres