Museo Thyssen-Bornemisza-Madrid (9)Este gran palacio fue diseñado por Silvestre Pérez en el año 1783 por encargo de María Manuela Pignatelli de Aragón y Gonzaga, duquesa de Villahermosa. Finalizó la obra Antonio López Aguado en 1806.

Se encuentra situado en el Paseo del Prado y la fachada principal da a la Carrera de San Jerónimo, frente al antiguo Palacio de Medinaceli (donde hoy se encuentra el hotel Palace), sin embargo esa ubicación llevó a una anécdota muy curiosa. En el Palacio de Villahermosa el escudo está sobre la puerta de acceso al actual museo, orientada hacia la calle Zorrilla, que no era la fachada principal. Se tuvo que hacer así ya que los duques de Medinacelli, que como hemos dicho tenían su palacio también en la Carrera de San Jerónimo, estaban en posesión de un privilegio, según el cual su escudo no podía estar frente a otro. Cosas de la historia.

Hay que reseñar que del palacio original sólo se han conservado las fachadas y su jardín que ha conseguido sobrevivir al paso del tiempo.

El edificio que sirvió de refugio para el duque de Angulema se convirtió en un museo. Esos salones que antaño acogían bailes  y recepciones suntuosas reciben hoy millones de turistas atraídos por sus exposiciones.

Muy cerca del Museo del Prado y cerca también del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el nuevo Museo, remodelado por Rafael Moneo en el año 1992, cerró el triángulo del arte en Madrid, se completo nuestro Paseo del Arte, un recorrido por la pintura de todos los tiempos con los mejores artistas. La permanencia en nuestra ciudad de la Colección Thyssen-Bornemisza, la que probablemente fue la colección privada más importante del mundo, hizo que Madrid escalará muchas posiciones en la valoración de muchos turistas culturales. En junio de 1993 el Estado español adquirió la colección por 350 millones de dólares. Una decisión que permitía ampliar la oferta cultural madrileña con un museo que complementa al Museo del Prado en pintura antigua , y al Museo Nacional Reina Sofía en pintura moderna, incorporando movimientos y estilos como los primitivos italianos y neerlandeses, Renacimiento alemán, pintura holandesa del siglo XVII, Impresionismo, Expresionismo alemán, Constructivismo ruso, la Abstracción geométrica y el Pop. Hay que añadir las dos salas de pintura norteamericana del siglo XIX, algo que no es fácil encontrar en otros museos europeos. En definitiva es un museo donde es posible ver la evolución del arte, la génesis de las escuelas, las tendencias, las corrientes que han recorrido la pintura durante los siglos pasados hasta llegar a la actualidad.

Además han sabido entender a la perfección cómo hacer atractivo al arte, ponerlo en valor, con una museística diferente, valiente y que involucra al visitante lo que facilita la conexión con las obras, consiguen que las obras transmitan su mensaje.

El museo Thyssen-Bornemisza, una visita imprescindible en Madrid.

Un abrazo.