Museo Cerralbo (1)En la calle Ventura Rodríguez número 17, muy cerca de Plaza España y del Templo de Debod,  nos encontramos con el Palacio de los Marqueses de Cerralbo. Alberga un sorprendente museo, el Museo Cerralbo, la colección creada por Enrique de Aguilera y Gamboa, XVII Marqués de Cerralbo. Desde el principio, el Marqués, concibió la idea de que la que fuera su vivienda sería también un lugar, para el disfrute de sus visitantes.

El Palacio fue construido entre en 1883 y 1893, presenta tres fachadas correspondientes a las calles de Ferraz , Ventura Rodríguez y Álvarez Mendizábal, en la confluencia de estas últimas se sitúa una pequeña edificación a modo de templete coronada por un mirador o belvedere, uno de los elementos más característicos de la construcción.

El Marqués, tenía pensado instalarse en la vivienda, con su familia y, además, quería disponer en las diferentes estancias, todas las obras de arte y las antigüedades que había ido coleccionando junto con su esposa, la marquesa durante los viajes que habían hecho a lo largo de toda su vida por España y Europa. Los arquitectos fueron Alejandro Sureda, Luis Cabello y Asó, y Luis Cabello Lapiedra, el propio Cerralbo dictaminó las directrices arquitectónicas de la edificación con una disposición interior similar a la de las pinacotecas de Italia que tanto había admirado en sus viajes.
La fachada del palacio sigue la línea clasicista de la época, así como el eclecticismo histórico.

En el momento de la construcción, esta zona de Madrid, el moderno barrio de Argüelles, era un lugar exclusivo por donde a mediados del siglo XIX se realizó el ensanche de la ciudad hacia la Moncloa.

El Museo posee una magnífica colección que incluyendo los fondos numismáticos, bibliográficos y documentales antiguos, supera las 50.000 piezas. Llegó a considerarse en la época, la colección privada de arte más completa del país.

Pinturas, esculturas, cerámicas, cristal, tapices, muebles, monedas, medallas, dibujos, estampas, relojes, armas, armaduras y objetos arqueológicos, crean un ambiente muy especial, el palacio es asimismo, un genial ejemplo de residencia aristocrática, que nos sugiere como debía ser la vida cotidiana en Madrid, de las familias con posibles, con sus tertulias literarias, los bailes, las confidencias de salón…

Una visita más que recomendable y que curiosamente muchos de nuestros visitantes no conocen. Acaban de terminar además unas obras de restauración y el edificio luce espléndido. No te lo pierdas.

Un abrazo.